El cambio climático puede amenazar a los reptiles al reducir el número de bacterias que viven en su intestino, lo que influye en sus posibilidades de supervivencia, según un nuevo estudio que publica hoy la revista Nature.
Un aumento de 2 a 3 grados -el calentamiento previsto por los actuales modelos de cambio climático- origina un 34 % de pérdida de la diversidad de microorganismos en los intestinos de la lagartija de turbera (Zootoca vivipara), con la que se hizo el estudio.
Científicos de las universidades británica de Exeter y francesa de Toulouse colocaron lagartijas en un lugar cerrado con temperatura controlada y analizaron muestras de sus bacterias intestinales para ver de qué tipo estaban presentes.
La diversidad de bacterias era menor para la lagartijas que vivían en condiciones más cálidas y los investigadores descubrieron que esa circunstancia tenía un impacto en sus posibilidades de supervivencia.
Las investigaciones indican que «un aumento relativamente pequeño en la temperatura puede tener un grave impacto en las bacterias intestinales de las lagartijas comunes», según la doctore Elvire Bestion, de la Universidad de Exeter.
Sin embargo, precisó que hacen falta nuevas pruebas, aunque consideró «muy probable» que se observen los mimos efectos en otros animales de sangre fría tales como reptiles y anfibios que dependen de fuentes externas para conseguir calor corporal.
«Teniendo en cuenta la importancia de las bacterias en la digestión, es fundamental que se realicen nuevos estudios para investigar este efecto ignorado del cambio climático», agregó.
Aunque el calentamiento global está considerado la mayor amenaza a la biodiversidad y las redes ecológicas, Bestion dijo que su impacto en las bacterias asociadas a plantas o animales sigue siendo desconocido.
«Solo estamos empezando a entender la importancia de la microbiota intestinal en la fisiología de todas las especies, incluida la humana», que está vinculada a aspectos como la digestión la inmunidad o la obesidad, indicó.