Los músculos tonificados ayudan a tener un cuerpo agradable para nosotros y los demás, pero el paso del tiempo hace aparecer los primeros signos de flacidez desde de los 30 años en adelante.
Esto se puede deber a falta de ejercicio, ascenso de peso, embarazo, descenso de peso brusco, cambios hormonales, mala alimentación etc…
Una de las zonas más molesta es la zona de los brazos, dando una apariencia de piel colgando que puede llegar a ser vergonzosa y provoca a veces dificultad a la hora de vestirnos por la mala apariencia que otorga.
La flacidez es la pérdida de la firmeza de la piel a consecuencia de la degradación de las fibras de colágeno y elastina, dejando la piel y los músculos flojos.
Afecta principalmente a las zonas del abdomen, glúteos, muslos y brazos.
¿Qué podemos hacer para corregir esta flacidez tan molesta e incómoda?
Existen medidas que nos pueden ayudar a mejorar esta situación, desde remedios naturales que ayudan a mejorar el aspecto de la piel y ejercicios destinados a fortalecer y dar una buena apariencia a la zona de los brazos.
Mezclar una cucharada de miel, una cucharada de aceite de oliva, más una yema de huevo. Aplicar la pasta sobre los brazos durante un cuarto de hora. Por último se retira con agua fría.
Los ejercicios regulares favorecen el aumento de la masa muscular, ayudando a tensar la piel a la vez de oxigenarla. La ingesta diaria de al menos 2 litros de agua también es indispensable para mantener una piel hidratada y tonificada.
Ejercicios para recuperar el tono muscular en los brazos:
Estos ejercicios deben realizarse con una previa entrada en calor, moviendo suavemente hombros, llevando una y otra vez la mano hacia el hombro, sin mancuernas ni peso extra.
Los estiramientos también son fundamentales para evitar lesiones o dolores posteriores al ejercicio.
Los estiramientos antes y después del fortalecimiento muscular se deben realizar lentamente y acompañado de respiraciones suaves y profundas. Repetir al menos 5 veces de cada lado.
Fortalecimiento muscular
Se pueden realizar 3 series de 8 repeticiones de cada ejercicio.
Número 1: colócate de rodillas, con ambas piernas levemente flexionadas, las palmas de las manos apoyadas en el suelo y los brazos extendidos, separados a la altura de los hombros, no curvar la espalda. Flexionar los brazos al bajar y extenderlos lentamente a medida que vas subiendo.
Número 2: colócate de pie, con la pierna izquierda delante de la derecha. Flexionar levemente el tronco hacia adelante y apoyar la mano izquierda sobre un banco u otro apoyo. El brazo derecho extendido en dirección al suelo tomando una mancuerna.
El brazo derecho debe estar flexionado y el codo en línea horizontal con el hombro, extender el brazo hacia atrás. Al terminar realizar lo mismo con el otro brazo.
Número 3: de rodillas o de pie, pero siempre con la espalda recta.
De pie y con las piernas levemente separadas. Se inicia con los brazos extendidos hacia arriba con una mancuerna en la mano, luego flexionar el codo en dirección a la cabeza para formar un ángulo de 90 grados.
El salmón ayuda a mantener la hidratación de la piel, las frutas rojas y cítricas como limón, fresas y moras son ser ricas en vitamina C esencial para la síntesis de colágeno en el cuerpo.
Las castañas, avellanas, almendras, garbanzos, guisantes, lentejas también favorecen la producción de colágeno y elastina. Carne de ternera, de pollo, y pescado también previenen la flacidez de la piel.
DC–Agencias