Tom Dumoulin superó en la última etapa al colombiano Nairo Quintana y conquistó el domingo la centésima edición del Giro de Italia. Fue la primera victoria dentro de la serie Grand Tour para el holandés del equipo Sunweb, quien queda ahora como potencial desafiante de Chris Froome, tricampeón del Tour de Francia.
Dumoulin comenzó la jornada en la cuarta posición pero como favorito para imponerse en la contrarreloj individual, que constituye su especialidad. Cumplió los pronósticos al remontar las tres posiciones que necesitaba durante el recorrido plano de 29 kilómetros, desde la pista de Fórmula Uno de Monza hasta la Catedral de Milán.
«Es una locura. No podía haber imaginado esto», expresó Dumoulin. «Estuve fuerte y tuve fortuna. Todo se acomodó a la perfección durante el Giro».
En la clasificación general, Dumoulin finalizó con una delantera de 31 segundos respecto de Quintana, quien se coronó aquí en 2014. El tercer puesto fue para Vincenzo Nibali, quien era campeón defensor y quedó ahora a 40 segundos.
El ganador de la 21ra etapa fue Jos van Emden, compatriota de Dumoulin, con un tiempo de 33 minutos y ocho segundos. Dumoulin llegó segundo en la etapa, a 15 segundos. «No podía haber salido mejor», destacó Van Emden. «Estoy muy contento por Tom. Se merece esto».
Nibali fue 13ro en la etapa, a 1:09 minutos y Quintana se ubicó 27mo, a 1:39.
Dumoulin comenzó la última jornada a 43 segundos de Quintana, pero demostró que es el más competitivo en la contrarreloj. Bajo esa misma variante ganó la décima etapa, si bien lució también en un ascenso para llevarse la 14ta.
Vistió la «maglia» rosada de líder durante ocho días, pero se rezagó en las etapas más complicadas de montaña. Quintana lo despojó de la punta hace dos días.
En 2015, Dumoulin estuvo cerca de ganar la Vuelta a España, donde tuvo el primer puesto hasta la penúltima etapa. Sin embargo, no pudo con las etapas de montaña y quedó sexto, detrás del ganador Fabio Aru.
La última etapa de aquella vuelta fue el recorrido ceremonial por Madrid, sin oportunidades para que Dumoulin remontara. Esta vez, la contrarreloj era justo lo que requería para ser el primer holandés que gana el Giro.
Mediante la radio, los coordinadores de su equipo le informaron que la victoria estaba en la bolsa.
«Me sentí bien. A la mitad me dijeron no corras más riesgos. Así que pensé eso quiere decir que gané», relató Dumoulin. «Mejor que no vuelvan a hacer esto, porque al final estuvo muy apretado todo».
DC/AP