Nairo Quintana aprovechó los problemas gastrointestinales de Tom Dumoulin y rebanó el martes más de dos minutos de la ventaja del líder general tras la 16ta etapa del Giro de Italia.
Vincenzo Nibali superó a Mikel Landa en el descenso final y se adjudicó con tiempo de 6 horas, 24 minutos, 22 segundos el recorrido de 222 kilómetros desde Rovetta hasta Bormio. Quintana arribó tercero y redujo la ventaja de Dumoulin en la general de 2:41 a 31 segundos.
«Un día muy positivo, con un gran trabajo de equipo. Sabíamos que podíamos recortar tiempo», señaló el colombiano. «El líder ha cedido, por unas razones u otras. El ritmo era muy alto y con el kilometraje y el recorrido que traíamos cubierto, los cuerpos estaban muy cansados y a la vez muy igualados. Me habría gustado sacar cinco minutos, pero la realidad es esa, el querer y el poder a veces no son lo mismo. En definitiva, acabamos satisfechos con lo que hemos hecho hoy».
Justo antes del ascenso hasta Umbrail en Suiza, el último de los tres puertos de montaña, Dumoulin se detuvo en al costado de la carretera, se sacó la camiseta rosada de líder general y se metió a una zanja para realizar sus necesidades biológicas. Cuando volvió a montarse en la bicicleta, el ciclista holandés del equipo Sunweb había quedado rezagado de sus principales contrincantes.
«Sencillamente tuve algunos problemas», dijo. «Empecé a sentirlo en el descenso del Stelvio y tuve que detenerme. Cuando me volvió a montar en la bicicleta decidí que iba a seguir adelante y que sacaría conclusiones después de cruzar la meta. Sigo con la maglia rosa, pero en general estoy muy decepcionado».
Nibali, el primer italiano que gana una etapa en este Giro, desplazó a Thibaut Pinot del tercer puesto en la clasificación general, a 1:12 de Dumoulin.
Dumoulin se adjudicó la maglia rosa al dominar una contrarreloj individual en la décima etapa, y aumentó su delantera con un triunfo en la 14ta.
El holandés ordenó a su equipo a bajar el paso y esperar cuando Quintana se cayó en la 15ta etapa, pero Nibali y el colombiano no bajaron el paso cuando Dumoulin tuvo su percance.
«No lo sé, es difícil decir», indicó Dumoulin cuando le preguntaron si sus rivales debieron haberlo esperado. «Era una situación en la que todos íbamos a toda velocidad».
«Estoy decepcionado porque perdí dos minutos, no por haberme quedado sin piernas, sino porque tuve un percance», agregó.
La 17ma etapa del miércoles es un recorrido de 219 kilómetros desde Tirano hasta Canazei que incluye tres ascensos categorizados. El jueves hay otra etapa de montaña incluso más difícil en las Dolomitas.
El Giro culmina el domingo con una contrarreloj individual en Milán.
«Faltan etapas más difíciles, pero Dumoulin también tiene la contrarreloj que lo beneficia en Milán», advirtió Nibali.
DC/AP