El cabello dañado se origina como resultado de una combinación de malos tratos a lo largo del tiempo. La cutícula sufre un desgaste: la erosión gradual de la cutícula de la hebra capilar. Esto deja expuesta la corteza, que lentamente se degrada. Finalmente se producen daños visibles, entre ellos el quiebre del pelo.
Otro indicio de pelo dañado son las puntas abiertas. Las típicas puntas abiertas comienzan cuando amplias áreas de la cutícula se separan y dejan al descubierto la corteza. Una grieta comienza a abrirse por la hebra y, si el daño es muy severo, la corteza estalla por fuera del pelo dañado.
Ahora que conocés los síntomas del pelo dañado, ¡Conocé los tipos de daño y la forma de prevenir y recuperar la salud de tu pelo!
Daño Químico
Todos los tipos de tratamientos químicos como el tinte, mechas, luces o reflejos, alisamientos, queratinas, permanentes, entre muchos otros, resecan el pelo y modifican su estructura natural. Son maravillosos porque nos permiten cambiar nuestro look y estilo de peinado, pero al mismo tiempo son muy dañinos para la salud del pelo.
Los tratamientos químicos de alisados y permanentes cambian la forma del pelo debido a los agentes que contienen, que primero rompen los enlaces de azufre que le dan al pelo su estructura. Luego, se le da al pelo una nueva forma y se neutraliza. Éste es el término que se le asigna a la restructuración de los enlaces químicos en sus nuevas posiciones, el proceso que fija permanentemente el pelo en su nueva forma. Cabe destacar, que este proceso elimina la capa de protección de la cutícula (responsable de brillo y textura) y la capacidad de retener la humedad (hidratación) del pelo.
Los tintes y colorantes causan el mismo daño permanente a la capa de protección de la cutícula, ya que se remueve para que el color penetre, provocando que la corteza esté expuesta. El pelo se siente muy frágil, quebradizo.
Los tintes y colorantes causan el mismo daño permanente a la capa de protección de la cutícula, ya que se remueve para que el color penetre, provocando que la corteza esté expuesta. El pelo se siente muy frágil, quebradizo y sin brillo o sensibilidad (porque la grasa es lo que los lípidos proporciona este beneficio).
El teñido, que también puede causar pelo dañado, cambia la estructura al penetrar la cutícula para entrar en la corteza, que daña la capa de grasa.
Daño ambiental
La exposición constante a elementos como el mar (sal) Piscina (cloro y ozono) y la contaminación también afectan la cutícula. La luz ultravioleta del sol afecta la cutícula en forma similar a la decoloración, y con el tiempo desintegra la proteína de queratina del pelo. Ésto origina mechones claros y resequedad en el pelo. Esto es particularmente problemático para el pelo teñido, que puede verse comprometido. Si planificás pasar tiempo en la playa o exponerte al sol por un período prolongado, un sombrero es una excelente forma de proteger el pelo.
Daño térmico
En el caso de la plancha, secador y buclera o tenaza, el calor excesivo también puede romper la capa de protección, exponiendo la corteza y las capas internas de las hebras. Cuando esto ocurre, el pelo pierde su capacidad de conservar sus proteínas naturales y también vitaminas, porque ya no está sellado. Esta deficiencia en la capa de protección y la acción del calor en el núcleo de la célula puede hacer que el pelo hierva y se formen burbujas de calor dentro del reblandecido pelo.
Para protegerse contra los efectos del calor excesivo durante el secado o el estilo de su pelo, recordá siempre utilizar un tratamiento termoprotetor que formará un escudo protector sobre las hebras evitando la alteración y pérdida de la capa protectora de queratina, la restauración y el mantenimiento de la hidratación.
Minimizar el uso de calor en el pelo y configurar las herramientas térmicas para peinados a la temperatura más baja posible funcionará muy bien para mantener tu pelo suave y saludable.
Daño mecánico o por fricción
El pelo es bastante robusto por naturaleza y puede resistir en gran medida el embate de los peinados, pero de todos modos el cepillado y peinado en extremo pueden dañarlo, especialmente si está mojado o enredado. Hay que tener especial cuidado con los peines de metal al igual que con los peinados batidos (para dar volumen al pelo), dado que tiran de las escamas de la cutícula y pueden causar daño. Si las delicadas escamas de la cutícula están levantadas, pueden desprenderse la próxima vez que un peine pase por encima de ellas.
Solución para los daños
Es mucho más fácil tratar el pelo antes de que se dañe que tratar el pelo dañado. Lamentablemente, una vez que la cutícula se daña significativamente, su estructura no puede repararse en un 100%. En este caso tu mejor arma es el acondicionador. La estructura interna del pelo depende de fuertes enlaces de azufre y enlaces más débiles de hidrógeno. Sin suficiente hidratación, puede reducirse el número de enlaces de hidrógeno. El uso del acondicionador permite el restablecimiento de los enlaces de hidrógeno y mejora el contenido de humedad del pelo dañado al incrementar la impermeabilización de la cutícula.
DC/Agencias