Atrapado en un depósito en el que sus jefes lo encerraban con llave mientras trabajaba, un joven pedía ayuda mientras más de 400 bomberos intentaban apagar un gigantesco incendio a unas 15 cuadras del palacio presidencial de Perú.
Más de 20 horas después el siniestro seguía sin control el viernes en el edificio donde se almacenaban toneladas de pintura y otros productos inflamables y Luis Huamán, de 19 años, fue declarado desaparecido por las autoridades junto a otras tres personas.
Su madre Bertha Villalobos, quien llegó al lugar luego de que su hijo la alertara por teléfono, miraba con angustia las lenguas de fuego. «Mi hijo me decía que el dueño les echaba llave y por eso él traía su comida para comer adentro. Yo le cocinaba», dijo a Radioprogramas.
El comandante de bomberos Fernando Campos dijo a The Associated Press «esto es un horno, la temperatura debe estar por encima de los 800 grados centígrados… necesitamos más agua, es lo que falta siempre en Lima».
Los expertos indicaron que lo ocurrido es una muestra de la informalidad laboral en la que está inmersa la economía peruana, que según datos oficiales de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral alcanza el 70% en todo el país.
Los bomberos evitaron que las llamas se acerquen a una galería comercial que funciona al lado del edificio y que posee más de 1.800 puestos comerciales donde se venden productos de ferretería que podrían alimentar el fuego.
La policía informó que aún no ha logrado ubicar al dueño del almacén que dejó encerrado a Huamán mientras la Municipalidad de Lima detalló que el depósito de pinturas no tenía licencia de funcionamiento.
En la zona del incendio los edificios son alquilados a centenares de pequeñas tiendas donde se venden la más variada cantidad de productos.
Según cifras oficiales de los bomberos, desde inicios de año se han producido 4.435 incendios en todo el país.
DC/AP