Ritos a la Pachamama (Madre Tierra) al son de instrumentos de viento hechos de caña hueca y coloridas danzas folclóricas marcaron el miércoles la celebración del Año Nuevo andino en Bolivia, que coincide con el solsticio de invierno en el Hemisferio Sur.
Miles de creyentes concurrieron al amanecer del 21 de junio en más de 200 sitios sagrados para recibir con las manos en alto los primeros rayos del sol que llegaron cargados de energías cósmicas según la cosmovisión andina. La fecha también coincide con el inicio del ciclo agrícola.
La celebración también llamada willkakuti (retorno del sol en aymara) tiene rango de fiesta nacional de Bolivia y es celebrada con el nombre de Inti Raymi (fiesta del sol en quechua) en regiones del norte de Chile y Argentina y el sur de Perú, que han tenido influencia de pueblos andinos.
El sitio más concurrido para la celebración es el pueblo arqueológico de Tiwanaku, a 45 kilómetros al oeste de La Paz, donde se alzan templos sagrados de piedra de la cultura tiwanakota antecesora de los incas.
En el monumento lítico más importante denominado Puerta del Sol, labrado en un solo bloque de piedra de diez toneladas, los primeros rayos del sol penetran tras la noche más larga en el inicio del invierno.
Esta vez el presidente Evo Morales, de origen aymara, celebró la festividad en su pueblo natal de Orinoca en el altiplano al oeste del país, donde construyó un museo de culturas andinas que además exhibe su propio legado.
En años recientes, la celebración se ha extendido a ciudades y pueblos de la Amazonía con el nombre de Lucero del Alba.
Para los habitantes andinos se trata del año 5525 aunque no hay fundamento científico para ese cálculo. Las culturas andinas reivindican 5000 años de antigüedad y a eso suman los años transcurridos desde la llegada de los españoles al nuevo continente en 1492. Sin embargo, el país se rige por el calendario regular.
DC/AP