El café es una sustancia que más del noventa y cinco por ciento de la población adulta toma a diario y más del noventa por ciento lo hace al menos dos veces al día. Lo que significa que es uno de los alimentos más tomados e ingeridos, uno de los que no suelen faltar en ningún hogar. Pero, ¿cómo afecta el café a nuestros dientes? ¿Es cierto que amarillea nuestros dientes? ¿Puede deteriorarlos? ¿Tiene otras afecciones menos conocidas? En este artículo vamos a intentar dar respuesta a tales incógnitas.
Que efectos tiene el café en los dientes
-En primer lugar, el café sí que mancha nuestro esmalte.
Esta bebida tiene el efecto de oscurecer poco a poco nuestra blancura dental e ir manchando nuestro esmalte, dejándolo más oscuro, menos brillante.
Si deseamos que nuestros dientes permanezcan con un color blanco y que tengamos una sonrisa de cine, debemos evitar tomar demasiado café, ya que la ingestión regular de esta bebida sí produce manchas en el esmalte.
No obstante, si el café es parte vital de nuestra alimentación, también puedes prevenir sus riesgos de oscurecer los dientes, lavándotelos con mucha regularidad, al menos tres veces al día, y con gran precisión, usando cepillos de dientes eléctricos y que la limpieza de dientes dure al menos más de 2 minutos.
-En segundo lugar, el café no afecta a otras áreas dentales ni produce enfermedades.
Se ha demostrado que, más allá de oscurecer el esmalte y dar un tono amarillo muy feo a nuestros dientes, el café es una bebida inofensiva con nuestra dentadura y nuestra boca.
El café solo afecta a la parte estética de nuestros dientes, es decir, que no es una sustancia abrasiva ni invasiva, de manera que podemos tomarlo sin miedo a que nos cause alguna enfermedad dental tal como gingivitis, caries o halitosis, por citar algunas de las más importantes.
Es cierto que siempre se nombra el café como bebida a evitar si se quiere mantener una sonrisa blanca, pero esto no significa que porque bebas mucho café tus dientes tengan que estar amarillentos, con el esmalte poco brillante.
Si tú te lavas los dientes bien, regularmente, si usas seda dental, si acudes a tus citas con el odontólogo y tienes una alimentación sana, el café no será un problema para ti ni para tu boca. Podrás seguir con tu sonrisa de cine por mucho tiempo.
DC/Agencias