Una pastelera de nacionalidad Tailandesa, tiene una forma extraña de atraer compradores.
Y es que sus pasteles son forma de caca de perro, lo que le ha valido una notable presencia en medios de prensa, televisiones y redes sociales.
«Es curioso, nadie más hace pasteles en forma de caca. A la gente le gusta» asegura Wilaiwan Mee-Nguen, de 30 años.
«A algunos les gusta, a otros no», contó. Su receta es a base de gelatina y leche de coco.
Todo empezó hace algunos meses con la solicitud de un cliente «que buscaba un pastel con una forma inhabitual». La pastelera hizo primero un molde en forma de perro, antes de añadir luego un molde en forma de caca de perro.
DC/P