Por más de tres años, los brasileños han sido bombardeados casi a diario por revelaciones de políticos involucrados en sobornos, coimas y la financiación ilegal de sus campañas.
El resultado has sido una desconfianza generalizada en la clase política, que según analistas podría dar ventaja a candidatos sin manchas en sus historiales en las elecciones presidenciales del 2018.
El respetado instituto encuestador Datafolha identificó a principios de mayo 20 potenciales candidatos a la presidencia. Entrevistó a 2.781 personas entre el 26 y el 27 de abril y su consulta tiene un margen de error del 2%.
Estos son los cinco principales potenciales candidatos del grupo de 20 figuras intachables:
MARINA SILVA
Marina Silva figura segunda en las encuestas, pero de ir a una segunda ronda contra su mentor, hoy adversario, Luis Inacio Lula da Silva, derrotaría al ex mandatario. De 59 años y ministra del medio ambiente bajo el gobierno de Lula, Silva es respetada por sectores tanto de derecha como de izquierda. Terminó tercera en las dos últimas elecciones, con aproximadamente el 20% de los votos en cada una de ellas. Un tema clave para sus aspiraciones es que se postula por el recién creado Partido Red de Sustentabilidad. Las leyes electorales conceden tiempo gratis a los candidatos dependiendo de la cantidad de diputados que su partido tiene en el Congreso. Su salud también genera algunos interrogantes ya que el fin de semana fue hospitalizada con dolores en el pecho.
JAIR BOLSONARO
Este legislador de 62 años es la principal figura de la extrema derecha brasileña. Las encuestas lo tienen empatado en el segundo lugar con Marina Silva, pero lejos de Lula en una segunda ronda. Bolsonaro está en su sexto término en el Congreso y es un político muy conocido, con tres hijos elegidos también para cargos legislativos. A los ultraconservadores les encanta su promesa de nombrar varios militares en el gabinete en caso de ganar. Trató de suavizar su tono el año pasado, pero no se lleva bien con otros líderes de su Partido Social Cristiano, que tiene apenas diez diputados y un senador.
SERGIO MORO
Sin haber hecho campaña ni haber dicho nunca que está interesado en la presidencia, el juez que encabezó la Operación Lava Jato en la que se comprobó la corrupción de numerosos funcionarios del gobierno y empresarios tiene muchos adeptos. A los 44 años es considerado un verdadero héroe por numerosos brasileños tras encarcelar a figuras importantes de la política y los negocios. Se le critica el que mantenga a los acusados en la cárcel mientras esperan ser juzgados y el que use mucho las confesiones a cambio de una reducción de la sentencia para armar sus casos. Los partidarios de que se postule enfrentan un problema: el juez no ha mostrado el más mínimo interés en buscar la presidencia.
JOAO DORIA
El «Trump brasileño». El nuevo alcalde de Sao Paulo ganó su primera elección en octubre del año pasado, lo que le permite presentarse como alguien ajeno a la maquinaria política. Empresario de 59 años y ex conductor de la edición brasileña de «El aprendiz», ha sido comparado con el presidente estadounidense Donald Trump por su retórica incendiaria y su rechazo a las formas tradicionales de hacer política. Dice que es un político moderado en la línea del ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg. Está quinto en las encuestas, detrás de Lula, Marina Silva, Bolsonaro y Moro, según Datafolha. Para postularse, tendría que romper su promesa de completar su mandato como alcalde paulista. Además, iría en contra de su mentor, el gobernador del estado de Sao Paulo Geraldo Alckmin, que también tiene ambiciones presidenciales.
CIRO GOMES
Izquierdista de 59 años que tiene los mejores antecedentes entre los candidatos intachables: fue alcalde de Fortaleza, gobernador del estado de Ceara, diputado nacional, dos veces ministro y ejecutivo de una multinacional brasileña. Pero le fue mal las dos veces que se postuló a la presidencia. Se le critica como alguien de poco carisma, que habla de sus adversarios en un tono que lo hace parecer más radical de lo que es. Está empatado con Doria en el quinto lugar de las encuestas.
DC/AP