Los venezolanos vs la corrupción, por Johnny Galué (@COOTUR)

La garantía misma de la libertad

 

La democracia es sólo, una forma valida de convivencia de valores, que deben inspirar el proceder democrático, que no provienen de las ideologías de partidos, sino en todas las verdades que promocionan a la persona, individual y colectivamente entre los que cabe destacar la dignidad y el bien común, como fin y criterio regulador de la vida política. Que no existe en Venezuela, por la elevada corrupción que existe en las Instituciones del Estado

Los venezolanos, tenemos un compromiso con el destino de País, y por ello hemos de servir al Bien Común y ejercer las virtudes de modestia y generosidad. Estas virtudes, son rigurosamente contrarias a la corrupción, que impera actualmente en Venezuela, que traiciona los principios de la moral y las normas de la justicia social, que propugna la Constitución de Venezuela.

La corrupción en Venezuela, hace que el Ejecutivo Nacional, favorezca, las opciones políticas en objetivos limitados, de quienes poseen los medios para influenciar e impiden la realización del Bien Común de todos los Venezolanos,  se prostituye el sistema político de convivencia y está debilitado el Estado, por la desconfianza generada y el menosprecio de los ciudadanos por la política y sus representantes.

Los recientes escándalos y procesos judiciales en que, la clase política actual, está inmersa, que afecta de manera tangible, a la sociedad venezolana, ha provocado, una necesaria respuesta ante la opinión pública, donde se verifica, el abuso de poder, por la cobardía de enfrentar esta realidad, como lo dijo recientemente un Zuliano, de buena trayectoria.

Contemplamos con enorme preocupación el deterioro de las instituciones políticas que han centrado el objetivo real de sus actividades en el bien particular de un grupo, de un partido, de una determinada clase de personas, tratando para ello de conseguir el poder y de perpetuarse en él, a costa de los más legítimos derechos de todos los venezolanos.

Cuando un político pone sus intereses, como es el caso venezolano, por encima del Bien Común, el orden político oprime, asfixia. La corrupción viola la justicia y mina los lazos básicos de confianza entre los individuos, la comunidad política y quienes confían en la autoridad legal.

La Sociedad Venezolana, no puede seguir admitiendo la extensión y complacencia, con la corrupción. La corrupción y otros subterfugios mediante los cuales algunos escapan a la obligación de la ley y a la prescripción del deber social, en perjuicio del Bien Común, deben ser firmemente condenados por incompatibles con las exigencias de la Justicia.

Sin embargo, la Sociedad Venezolana, espera que sus mejores ciudadanos y ciudadanas, actúen de forma contundente contra quienes han desviado caudales, se han enriquecido a la sombra de cargos políticos y han recibido sustanciosas compensaciones de forma injustificada, aún después de haberlos dejado.

Alentamos a que la actual organización judicial sea transformada radicalmente para que su independencia y servicio a la sociedad no tenga sombra de parcialidad alguna. Recordamos la propuesta programática de Alternativa, que los venezolanos, deben de recuperar su capacidad, para discernir sobre lo que está aconteciendo en el país, los nuevos Diputados a la Asamblea Nacional, deben abrazar, una virtud que nos ayude a actuar con justicia hacia los demás en la toma de decisiones.

No es razonable el espectáculo de lujo, riqueza desmedida y desprecio al pueblo en estos graves momentos de crisis nacional y económica, con cifras de desempleo cercanas a los tres millones de venezolanos, por dirigentes y funcionarios del actual régimen que tiene sometido al estado.

Es reiterado el criterio doctrinal según el cual la democracia no es un fin sino un medio, y que la democracia por sí misma no se legitima y no es buena “per se”, si no sostiene valores y se somete a la moral, es un instrumento para potenciar y promover valores; es por ello, que la sociedad venezolana, postule la referencia a una Moral Objetiva como delimitadora de lo que es bueno o malo, correcto o indeseable en la vida política. Esta Moral es anterior y superior a todas las instituciones y es la garantía misma de la libertad. Esta Moral objetiva es contraria a todo relativismo, que puede convertirla en un totalitarismo de partidos inadmisible, No entendemos una Democracia que se tenga por tal, sin estas consideraciones.

 

DC / Dr. Johnny Galué / Abogado, Político / @COOTUR

 

 

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