Al menos 31 personas murieron durante el asedio nocturno a un concurrido restaurante de la capital somalí por extremistas de al-Shabab, que finalizó el jueves por la mañana con la muerte de los cinco agresores. La policía dijo que muchas víctimas fueron fusiladas a quemarropa.
Los sobrevivientes describieron escenas de terror, al ocultarse bajo las mesas y detrás de las cortinas mientras los milicianos buscaban a los clientes en el restaurante Pizza House para dispararles.
Al-Shabab se declaró responsable poco después de iniciar el ataque con la explosión de una bomba en la puerta del restaurante.
Los soldados rodearon el edificio y usaron armas montadas en vehículos para neutralizar a los agresores el jueves por la madrugada. Los soldados entraron por el segundo piso mientras los francotiradores extremistas disparaban desde la planta alta.
Los cinco milicianos murieron y los soldados tomaron el edificio después del amanecer, dijo el capitán de policía Mohamed Hussein. La oscuridad de la noche demoró las operaciones para recuperar el control del restaurante, dijo Hussein.
Muchas de las 31 víctimas fatales fueron fusiladas a quemarropa, dijo Hussein. Otras 40 personas resultaron heridas.
«Pensé que nunca volvería a ver el sol. Mataban a todo el que veían», dijo la estudiante universitaria Saida Hussein a The Associated Press. Dijo que se ocultó debajo de una mesa grande en la planta baja
Se hallaron los cuerpos de cinco niñas que se cree fueron asesinadas por los extremistas, dijo la policía. Dentro del edificio se halló el cuerpo de un cocinero sirio.
El ataque comenzó el miércoles con la explosión de un coche bomba en la puerta de entrada, y hombres con uniformes militares tomaron el local por asalto. La explosión destrozó los techos del restaurante y los edificios vecinos.
DC/AP