Los abogados de Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de la pareja presidencial Nicolás Maduro y Cilia Flores, solicitaron al juez de la Corte Federal de Nueva York, Paul Crotty, una nueva prórroga para dictar la sentencia debido a “la extrema complejidad de los hechos descritos en el informe de investigación presentado por los fiscales federales y el número de problemas que estos representan”. Se hizo la solicitud de acuerdo con lo establecido en el artículo 32(b) (2) de la Ley Federal Criminal.
El juez Crotty aprobó la nueva solicitud, lo que indica que habrá un retraso en el calendario procesal previsto para el caso, pero hasta ayer no se había dado a conocer la posible fecha para la lectura de la sentencia que estaba fijada para el 27 de junio de 2017 a las 11:30 am, luego de que había sido acordada para un día antes, es decir, el 26 de junio.
Campo Flores y Flores de Freitas fueron condenados el 18 de noviembre de 2016 por un jurado de Nueva York por conspirar para importar y distribuir cinco o más kilogramos de cocaína a Estados Unidos de un país extranjero, a sabiendas de que la acción violaba las leyes antinarcóticos estadounidenses.
De acuerdo con la acusación probada en el juicio por el gobierno federal, los acusados acordaron organizar un vuelo para transportar 800 kilogramos de cocaína desde Venezuela a Honduras, pese a que sabían que la droga tenía como destino final Estados Unidos.
Durante el proceso la Fiscalía neoyorquina denunció que la defensa pretendía entrar en los archivos del Departamento de Estado para buscar evidencias de otros casos no relacionados, lo cual violaba los reglamentos del gobierno federal en la materia.
Se supo extraoficialmente que los informes de la Oficina de Libertad Condicional de EE UU y los requerimientos de la Oficina de Presiones están listos. Ambos documentos son requeridos para que el tribunal lea la sentencia de los dos hombres convictos por narcotráfico.
Un nuevo documento sellado entró al expediente a mediados del mes de mayo. Hasta ahora se desconoce su contenido.
Consultado sobre el caso, el abogado criminal con práctica en Nueva York, José Pérez, dijo que este tipo de recursos -usados por la defensa para prorrogar la lectura de la sentencia- se encuentra bajo los parámetros legales y, por lo general, “se emplean para evaluar todos los mecanismos posibles que les permitan exponer ante el juez argumentos que conlleven una condena menos severa”.
Los acusados se enfrentan con una condena que va desde 15 o 20 años hasta una cadena perpetua.
DC