1.
1. El limón, el cítrico perfecto
Exprime gotas de limón sobre las manzanas partidas y deja que actúe por 5 minutos. Enjuágalas con agua natural y llévalas a la nevera ¡Tendrás manzanas frescas por más de 12 horas!
2. La sal, la mejor amiga de la manzana.
Diluye ½ cucharadita de sal en 1 litro de agua fría y sumerge en la mezcla los trozos de manzana por unos 5 minutos. Enseguida retíralas y enjuágalas con agua natural ¡Lograrás que nunca pierdan su color natural!
3. La soda puede hacer un milagro.
Sumerge los trozos de la fruta cortada en soda, estas bebidas contienen ácido cítrico y esto hace que la fruta retrase su proceso de oxidación por hasta 8 horas.
4. Unida siempre es mejor.
A muchas nos pasa que cuando llegamos a nuestros trabajos y abrimos el recipiente en donde tenemos la fruta nos encontramos con un color marrón que nos desanima y nos quita las ganas de comer. La solución puede estar un una bandita de goma ¿cómo? Sólo debes partirla en casa y unirla con una bandita de goma conservando su forma original. Si la fruta se conserva unida no se oxidará porque no tendrá contacto con el aire.
5. Siempre ten una bolsa resellable a la mano.
Guarda los trozos de fruta en una bolsa resellable y antes de cerrarla sácale todo el aire que tenga por dentro con mucho cuidado para no deformar la fruta. Llévala a la nevera y la tendrás fresca y con su color natural en el momento que quieras comerla.
DC/Agencias