El Consejo Superior de Deportes (CSD), dependiente del gobierno español, suspendió este martes por un año y cautelarmente al presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel Villar, en prisión provisional por presuntamente lucrarse utilizando a la selección nacional, indicó a AFP un portavoz.
La suspensión fue decidida en una reunión de la comisión directiva del CSD en Madrid, al día siguiente de que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) español abriera un expediente disciplinario contra Villar, presidente de la RFEF desde 1988.
El portavoz del CSD puntualizó que la decisión es revisable. El nombre de su reemplazante se conocerá a priori este mismo miércoles, cuando se reúna la asamblea general de la Real Federación Española de Fútbol.
Ángel María Villar fue detenido el pasado 18 de julio, e ingresó en prisión provisional como sospechoso de haber creado y alimentado durante años una amplia red clientelar y corrupta en el seno del fútbol español.
Igualmente están siendo investigados su hijo Gorka y Juan Padrón, vicepresidente económico de la RFEF en la anterior directiva. En el caso de Padrón, el CSD ha pedido a la Federación que aclare «si pertenece a algún órgano de gobierno y control». De ser así, quedará igualmente inhabilitado por un año.
Su caso estaba en el aire porque cuando Villar fue elegido en mayo para un octavo mandato, sólo se le designó a él como presidente. El nombramiento de los demás directivos se dejó para una asamblea general que debía celebrarse la semana pasada y fue aplazada tras conocerse la detención del máximo mandatario del fútbol español.
Según la justicia española, Villar había creado una red clientelar por la que utilizó partidos de la selección española para provecho de la empresa de su hijo Gorka.
Igualmente, habría usado la RFEF para conceder beneficios a presidentes de federaciones regionales «en cuyo ámbito no tenía asegurado el apoyo», según el juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional española.
El encarcelamiento de Villar cayó como un mazazo en el fútbol español, ya afectado por los escándalos de supuestas evasiones fiscales que afectan a jugadores como Cristiano Ronaldo. El delantero del Real Madrid comparecerá el 31 de julio por un presunto fraude fiscal de 14,7 millones de euros relacionado con sus derechos de imagen.
DC/AP