Los Medias Rojas de Boston le entregaron este miércoles su carta de libertad al antesalista venezolano Pablo Sandoval, luego de pasar los últimos días en la búsqueda de un equipo interesado en adquirir su contrato, infructuosamente.
Un breve parte oficial hecho público por el departamento de prensa de los patirrojos dio a conocer sobre la oficialización del despido del ex cotizado jugador, quien fue sacado del roster la semana pasada, luego de tres temporadas de bajo rendimiento, lesiones y mala prensa.
La gerencia bostoniana no pudo encontrar algún socio para entregar al Panda en un canje. Tampoco hubo interesados en tomar su contrato a través de waivers.
El club queda obligado a pagar los casi 50 millones de dólares que restan en el pacto de Sandoval, incluso si ahora firma con otra divisa. En ese caso, la nueva escuadra sólo estará comprometida a cancelar el sueldo mínimo, que será deducido de la deuda de su ex organización.
En sus tres torneos con los Medias Rojas, el porteño dejó una línea de .237/.286/.360, con 14 jonrones en 161 compromisos. Perdió casi toda la zafra pasada por una lesión en el hombro y ha estado dos veces en la lista de incapacitados en 2017.
Sandoval vivió momentos de gloria en San Francisco. Fue la cara de esa franquicia, cuando se granjeó el apodo de Kung Fu Panda, por su sonrisa y su complexión física. Asistió dos veces al Juego de Estrellas y ganó tres anillos de campeón. Fue el Jugador Más Valioso en la Serie Mundial de 2012.
También sufrió muchas veces la crítica de aficionados y periodistas por su tendencia a ganar peso corporal y ver bajar sus números ofensivos. Pero el alto mando de los Gigantes usualmente le dio su apoyo, hasta que prefirió irse a la costa este, con los Medias Rojas.
DC | El Nacional