Cuento de Miami, por Eugenio Montoro

Desde hace cuatro décadas el hijo de una querida prima, con su esposa e hijas vive en Miami. Mantenemos afecto y comunicación y lo que sigue es una nota que me envió vía guasap, después del plebiscito del domingo 16 de Julio, donde participó, en Miami, como miembro de mesa. La reproduzco tal cual.

“Yo no puedo creer lo que he vivido ayer, me siento sumamente agradecido al Bravo Pueblo.

Yo he participado de votante y desde la posición más baja en las mesas electorales de los Estados Unidos, hasta el tener que entregar las papeletas y los discos duros al final de las elecciones cuando tienes que llamar por teléfono para que te vengan a buscar con uncarro y te llevan al lugar regional para que lo entregues.

Lo de ayer fue algo que voy a llevar en mi mente marcado hasta que me muera o haya olvidado mi nombre. Que linda es mi tierra, que linda es mi gente, que chévere que me llamaron VENEZOLANO cuando algunas veces hasta a mí se me había olvidado que lo era.

Yo escribí dos cuadernos. Yo no escribía tanto desde que estaba en el colegio y no era estudiando era haciendo líneas de “no debo hablar en clase”. Mary y tu cuñado Eduardo se deben acordar cuando iba a su casa a que me diera clases particulares. Todos los días era de 50 a 500 líneas y digo todos los días, porque los días que no me ponían, yo las hacía igual para tenerlas adelantadas para el día siguiente y no preocuparme por esa vaina.

Fueron más de trescientos nombres con apellido y número de cédula. Y que me dices cuando después de tantos años estaba asistiendo a un evento en el que se cantó el Himno Nacional, al principio y al final, la emoción como se dice “se te paran los pelos” pero yo no tengo suficientes pelos para parar, pero de que te saltan las lágrimas como a un carajito eso si te lo puedo asegurar.

Que arrecho… Que bonito.

Al final después que oí los resultados, cuando me despedí de mi coordinadora y le di las gracias por haberme elegido, después que me cambió y no fui el de la bienvenida sino el que escribía, me dice “nada de gracias prepárate para las presidenciales”

Esto no fue solo un plebiscito esto es HISTORIA. Ustedes más que yo están escribiendo los libros de historia de nuestros nietos. MIERDA que responsabilidad tan arrrrrrecha. Yo lo único que hago de vez en cuando, pongo una coma o con cuidado un punto. No me quito la responsabilidad ni la importancia, pero reconozco la realidad.

Otra cosa bonita que oí ayer es que en la Venezuela de mañana tenemos que aprender a incluir al que está o estaba afuera.

Que Dios bendiga a Venezuela. Que Dios bendiga a mi Patria y que Dios bendiga a su Gente.

QUE VIVA VENEZUELA.”

Mis disculpas, primo, por mostrarte sin tu permiso, pero creo que es un buen reflejo de la inmensa emoción colectiva que todo este proceso venezolano ha generado en su lucha por la libertad.

Un invisible cable de conexión está compartiendo lo mejor de cada quién y eso va a ser fundamental para el nuevo País que se acerca.

DC / Eugenio Montoro / montoroe@yahoo.es