El centro asistencial reporta un aumento de pacientes con trastornos alimenticios en los últimos años. La lonchera de un niño en edad escolar frecuentemente contiene tequeños, empanadas, refrescos o jugos pasteurizados, lo que influye notablemente en el incremento de su peso. El poco consumo de agua y la ingesta diaria de chucherías causan malos hábitos alimenticios en los infantes que repercute en su vida adulta.
La Unidad de Endocrinología y Metabolismo de la Fundación Hospital de Especialidades Pediátricas (FHEP), de Maracaibo, ofrece consultas a niños y adolescentes con obesidad. Allí se reporta un aumento de pacientes con trastornos alimenticios en los últimos años, lo cual genera preocupación entre los especialistas.
Richard Hill, Secretario de Salud en el Zulia y presidente del hospital, explicó que un pequeño porcentaje de la obesidad infantil se debe a factores genéticos, mientras que el mayor porcentaje es por malos hábitos alimenticios y estilos de vida. “Algunos padres por facilismo o rapidez no se dedican a prepararle un buen desayuno, almuerzo o cena a su hijo, sino que resuelven con frituras que venden en la calle y eso poco a poco va generando problemas de obesidad”.
Recomendó a los padres y representantes inculcar buenos hábitos a la hora de alimentarse, pues ese pequeño crecerá con una rutina alimenticia que se reforzará a medida que va creciendo. Los pequeños cambios son poderosos, por ejemplo: servir raciones adecuadas para la edad del niño, pues el tamaño del plato influye en el volumen de comida; tener en la nevera variedad de hortalizas, frutas y cereales integrales; limitar el consumo de carnes rojas o de derivados cárnicos, retirar de la vista del niño las chucherías y ofrecerles agua cada vez que tengan sed.
“Muchas veces un bebé o un niño gordito, con varios rollitos en las piernas y brazos, y la gente piensa que es un niño saludable y desconocen que detrás de ese exceso de masa muscular hay enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión”.
Instó a las familias a fomentar la actividad física como montar bicicleta, jugar fútbol, béisbol o caminar, para mantener un peso saludable.
DC/NP