El presidente estadounidense Donald Trump expresó el miércoles su frustración con China, alegando que Beijing no ha hecho lo suficiente para cortarle apoyo a Corea del Norte y ejercer presiones para que cese su programa nuclear.
Un ensayo con un cohete balístico por Corea del Norte esta semana demostró un peligroso nuevo alcance para los misiles de Corea del Norte, cuyo gobierno ha dicho que espera usar un día para colocarles ojivas nucleares. El ensayo causó exigencias por parte de Estados Unidos hacia una acción global contra la amenaza.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha hablado de confrontar a Pyongyang y presionar a China para que aumente sus presiones sobre Corea del Norte, pero ninguna de esas estrategias ha producido resultados. Tras su reunión con el presidente chino Xi Jinping, Trump había expresado esperanzas de que los dos pudieran trabajar juntos para frenar el programa nuclear norcoreano.
Momentos antes de partir hacia Polonia, Trump criticó a China en Twitter.
«El comercio entre China y Corea del Norte creció casi 40% en el primer trimestre», dijo el presidente estadounidense en Twitter. «Pensábamos que China iba a trabajar con nosotros, pero teníamos que intentarlo».
En su respuesta inicial al lanzamiento el lunes, Trump exhortó a China en Twitter a que presione a Corea del Norte «y acabar con esta insensatez de una vez por todas», pero dijo también que era «difícil creer» que Corea del Sur y Japón, los dos aliados de Estados Unidos más en riesgo por las aspiraciones nucleares norcoreanas, lo soportarían «por mucho más tiempo».
Corea del Norte realiza aproximadamente 90% de su comercio con China. Beijing se ha resistido a intensificar las presiones económicas sobre su vecino, en parte por temor a la inestabilidad que eso pudiera crear a su puerta y Trump no ha encontrado forma de cambiar esa posición.
Trump habló el lunes con Xi y con el primer ministro japonés Shinzo Abe. Habló con ambos sobre el programa nuclear norcoreano y se reunirá con los dos líderes esta semana en la cumbre del Grupo de los 20 en Hamburgo.
DC/AP