Viajar implica planificación, riesgos y tiempo. Cada viaje es diferente de los demás y requiere sus propias recomendaciones. Esta realidad es mucho más evidente, cuando se trata de una persona con hemofilia (condición hereditaria que se caracteriza por un defecto de la coagulación de la sangre). Lo primero que debe hacer un afectado con hemofilia es recopilar toda la información disponible (política sanitaria, ambiental, económica, entre otras) del destino elegido y consultar sus pro y contra con su médico.
Entre los consejos sanitarios a tomar en consideración, se destaca la necesidad de la persona con hemofilia de vacunarse frente a enfermedades transmisibles, adoptar medidas de protección en función de la época del año como la Navidad, determinar zonas a visitar, tiempo del viaje, lugar de alojamiento y tipo de actividades a realizar.
La hematóloga Mercedes Mijares señaló que a parte de llevar equipaje, el paciente con hemofilia debe tener consigo todo el tratamiento con el factor que requiera para cumplir con su profilaxis durante el viaje.
“Además debe llevar al menos tres dosis del factor para cubrir alguna emergencia. También debe tener un informe donde se mencione su condición de hemofilia, el tratamiento que recibe y las condiciones en que debe mantener el factor durante su traslado. Y no olvidar la hoja de control domiciliario para reportar todo el factor que recibe durante su viaje”, afirmó la especialista.
Mijares recalcó que es fundamental que el turista con hemofilia conozca la localización de los centros de tratamiento de hemofilia que existen a lo largo de su recorrido.
Bájale dos a la intensidad
La hematóloga puntualizó que los turistas con hemofilia deben evitar aquellos sitios con actividades donde puedan producirse traumatismos, no obstante Mijares aclaró que la actividad física sin riesgos es positiva pues ayuda a conservar la flexibilidad de los músculos, fortalece las articulaciones y ayuda a mantener un peso saludable.
“El sangrado de una persona con hemofilia, ocurrido por un traumatismo u otra situación, será más severo que en una persona normal. Además de su factor necesario, es recomendable llevar un botiquín médico básico, sobre todo si se viaja a destinos donde pueda haber riesgos significativos. Además debe tener protector solar y repelente de insectos”, comentó.
Mitos y realidades de la hemofilia
La hematóloga Mercedes Mijares aclaró algunos mitos sobre esta condición.
Mito: Ingerir ciertas vitaminas o alimentos pueden curar la hemofilia.
Realidad: El tratamiento de la hemofilia consiste en la infusión del factor deficiente.
Mito: voy a esperar si mejora sin ponerle factor.
Realidad: La infusión de factor debe ser precoz y es el tratamiento de la hemofilia.
Mito: Soy portadora y si ya tengo un hijo con hemofilia no voy a tener más niños con esa condición.
Realidad: La probabilidad de una portadora de tener un niño con hemofilia es de 25% en cada embarazo.
Mito: Las personas con hemofilia no deben practicar ningún deporte.
Realidad: Los afectados con hemofilia deben practicar deportes.
Mito: La presión de los aviones genera problemas a los hemofílicos.
Realidad: Las personas con hemofilia pueden viajar en avión sin problemas.
DC/NP