Venezuela a la deriva, por Johnny Galue (@COOTUR)
El pasado catorce de julio del 2017, y antes que se celebrara el proceso consultivo de este 16 de Julio del 2017, vimos al presidente de Venezuela (Nicolás Maduro), en una plenaria militar donde vestía prendas militares, expresando que era igualito a Saddam Hussein al que fuera presidente de Irak. Creemos que con el mensaje entre líneas, fue la de amenazar a la oposición Venezolana, peligrosa formula esta, mesclar química del miedo, para asesinar a la esperanza de un pueblo que se ve amenazado.
Inmediata mente, tuvo una contundente manifestación de voluntad el 16-07-2017, que arrojó como resultado la manifestación de voluntad de más de 7.535.259, venezolanos que le dicen que no, a la constituyente convocada por él.
Seguidamente, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, consideró este lunes que son insuficientes los anuncios de la Mesa de la Unidad Democrática tras la consulta popular de este domingo 16 de julio, expresando: “Siento que el plan de protesta es insuficiente, pero respeto y acato la decisión de la Unidad. Aquí hace rato que se tenía que haber dado una huelga”, señaló el mandatario regional Capriles.
Sin embargo, afirma Capriles, “Oigamos al pueblo, no nos pongamos de espaldas, leamos los comentarios y analicemos las críticas. Voy a proponer con la intención de ser constructivo, hay que interpretar el mandato que nos dio ayer el pueblo. Este momento histórico nos reclama ser contundentes y transparentes”, señaló.
Así tenemos, al venezolano Oscar Pérez, quien inclusive con señalamientos muy firmes, contradice rotundamente a la mesa opositora, quien según algunos analísticos y expertos en la materia, se prepara para asumir la dirección de un pueblo que se siente oprimido. Muchos aseveran, que esta ha sido una estrategia del G-2, para trasladar el liderazgo que hoy sustenta la MUD hacia el Rumbo venezolano “Oscar Pérez”.
La Democracia Venezolana, es defectuosa. No le descubre nada a la sociedad civil de este país, que todos los días se enfrenta con pies y manos, pero sin armas, a la corrupción, el clientelismo y las mafias. Ha sido la sociedad civil venezolana la que ha logrado las conquistas, los avances y a veces las meras resistencias que han impedido mayores desastres en nuestra imperfecta democracia. Oscar Pérez, un nuevo vocero de la sociedad, ha denunciaba hace poco las violaciones cometidas, contra la población, quien pretende forzar la destitución de los culpables.
Bajo el señalamiento, que ha sido la sociedad civil y desarmada, la que se ha enfrentado a este Gobierno y sus grupos armados. Que ha sido la sociedad civil y desarmada y pacífica, la que ha liderado los debates más notables sobre el modelo de país que queremos. Que mientras la sociedad civil ha dado esas batallas y puestos sus muertos, ¿qué ha dejado la MUD? Ante un régimen, y su absurda pretensión de impunidad, de pasar directamente del crimen de lesa humanidad a la curul privilegiada, es inaceptable y cobarde, y además puede muy bien lanzar al país a las manos de una derecha fanática y guerrerista. Esa derecha, opuesta a la derecha democrática que también existe aquí aunque su voz resulte menos audible en medio del barullo de los fanáticos, esa derecha defensora a muerte de un Estado inequitativo y cerrado, que se ha alimentado políticamente de cada atrocidad que ha cometido el Régimen y se sigue alimentando de cada pretensión irresponsable (es decir: reacia a reconocer su responsabilidad en el conflicto) que lanzan desde La Habana.
Esta historia de opresión y miedo, ¿constituye todo el nacionalismo o ha llegado a ser también, una idea-fuerza capaz de despertar justificadas esperanzas y dotada de un potencial emancipatorio?
¿Acaso Venezuela está sembrando las semillas que le permitirán alcanzar elevadas tasas de violencia en el futuro. ¿Se convertirá en el símbolo de la desestabilización de américa latina? Sin embargo, el camino no será fácil porque no podremos evitar ser alcanzados por la próxima crisis global.
DC / Dr. Johnny Galué / Abogado, Político / @COOTUR