Muchos pacientes atribuyen el dolor de cabeza al estrés, la ansiedad o la depresión. Si bien el estrés probablemente no causa la migraña, es un factor que puede actuar como desencadenante, y puede afectar la frecuencia en que los episodios ocurren
La migraña es un trastorno neurológico común que se presenta aproximadamente en un 15 a 20% de la población mundial siendo dos veces más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Esta condición comienza con síntomas que pueden ser visuales, tales como sensibilidad a la luz, líneas en zigzag, luces de colores o destellos de luz, sensación de adormecimiento de la boca o las manos y en algunos casos puede venir acompañado de cambios de humor.
Esto ocurre durante 20 a 60 minutos, seguido por un fuerte e insistente dolor de cabeza que afecta en un solo lado bien sea el derecho o izquierdo extendiéndose al mismo lado de la cara. Lo descrito anteriormente afecta al 20% de los pacientes migrañosos, mientras que en un 80% el dolor de cabeza se instala sin ninguna de las manifestaciones descritas previamente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es la octava enfermedad más discapacitante de la humanidad en días por años vividos. El 40% de los pacientes presenta más de un episodio al mes de más de 24 horas de duración de moderada a severa intensidad.
Afecta más a las mujeres en una proporción de 2 mujeres por cada hombre, y su pico de prevalencia se sitúa entre los 35 a los 45 años, la etapa más productiva de la vida. Las causas que la desencadenan no han sido determinadas con exactitud, se cree que es debida a factores hereditarios, y en un alto porcentaje de los casos a una anormalidad en los niveles de un químico importante, llamado serotonina.
Las personas que presentan migraña usualmente tienen una historia familiar de dolores de cabeza o mareos, algunos alimentos desencadenan la condición, como lo son: Queso añejo, carnes frías, chocolate, vino tinto, chocolate, entre otros.
Muchos pacientes atribuyen el dolor de cabeza al estrés, la ansiedad o la depresión. Si bien el estrés probablemente no causa la migraña, es un factor que puede actuar como desencadenante, y puede afectar la frecuencia en que los episodios ocurren. No obstante, muchos casos de migraña se presentan después de un alivio del estrés, que podría suceder al inicio de un fin de semana o unas vacaciones.
DC/NP