Entre el 21 y el 24 de agosto fallecieron en el Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa) dos jóvenes que ingresaron al centro sanitario diagnosticados con paludismo. Las víctimas, Pablo Andrade Mata (22 años) y Alfrelianny Parejo Alpino (15 años) eran una joven pareja que residía en La Arboleda, una comunidad rural situada en el sector dos de la barriada Brasil, al oeste de Cumaná.
El primero en ingresar al Huapa fue Pablo Andrade, quien feneció el lunes 21 de agosto luego de cuatro días de hospitalización. Su pareja, Alfrelianny, ingresó al hospital pocas horas después de él y murió luego de ocho días, el 25 de agosto, fecha en la que le realizaron exámenes de malaria. Según comentó su madre, Juana Alpino, los médicos le indicaban que se recuperaban de la enfermedad.
Juana Alpino indicó que durante la estancia de su hija en el hospital le suministraron medicamentos recetados por un epidemiólogo para combatir la malaria, medicina que no le aminoraba los síntomas y le ocasionaba efectos secundarios, sobre todo en su conducta. “La fiebre nunca le bajó de 38 grados, a pesar de que un rato antes de que muriera me dijeron que se había recuperado del paludismo y estaba fuera de peligro. Los medicamentos la dopaban o le causaban letargo, se quedaba como ida y yo preguntaba a los médicos si eso era normal, pero nadie me respondía”, relató.
A ninguno de los jóvenes le hicieron autopsia. Los padres de Pablo decidieron sacar el cadáver de la morgue del Huapa ante la tardanza para hallar un patólogo de guardia. Al morir la joven, la mamá de Alfrelianny quiso que se le realizara la necropsia de ley a su hija. “Yo quería tener la certeza de la causa de su muerte, pero en vez de autopsia los médicos hicieron una reunión y decidieron anunciar que había muerto por paludismo”, denunció.
DC| El Pitazo