La dictadura declarada en Venezuela, no ha escatimado esfuerzos ni ha cesado un sólo momento en su afán por imponerse y perpetuarse por la fuerza en el poder, aún sabiéndose rechazado por la innensa mayoría de los venezolanos. basta recordar todas las acciones y tropelías acometidas por el tinglado autoritario, luego de la aplastante y contundente derrota sufrida el pasado 6 de diciembre del año 2015, de la cual no han podido ni podrán recuperarse electoralmente hablando, por que las razones por las cuales el pueblo los rechaza, no sólo es que aún subyacen en la población, sino que cada día se profundizan y agravan, en virtud de que mantienen el modelo clientelar y populista fracasado y todas las políticas que nos han llevado a este despeñadero, se mantienen intactas, lo que hace fácil predecir que en los días por venir, la economía se encargará de provocar una reacción de indignación generalizada de la población, que en mi opinión dará al traste con este desgobierno y con la mascarada de arbitrariedad, abuso y venganza en que ha significado el paredón de fusilamiento, mal denominado Asamblea Nacional Constituyente, que no la abortaron para transformar el estado, establecer un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución, sino para actuar como espadachin de la tiranía, para descabezar la República, la soberanía Nacional y los reducidos y casi desaparecidos espacios democráticos.
No quiero pecar de optimista, pero la propia profundidad de la crisis política y económica y el desenfrenado y creciente repudio del pueblo venezolano y de la comunidad internacional, indican que estamos en los albores de un nuevo amanecer de libertad para Venezuela, el régimen está acorralado por sus propias torpezas y abusos, la parodia montada con la comparecencia y rendimiento de los órganos del poder poder público ante la falsa Constituyente, busca auto legititimarse y conseguir reconocimiento tanto dentro, como fuera del País, pero para dicha de los venezolanos y desgracia de Maduro y banda, están absolutamente descubiertos y los actos emanados de ella, han servido más bien, como pruebas irrefutables de la instauración de un régimen de facto, que dista mucho de la democracia y sus reglas fundamentales.
Maduro, la dictadura y su Montonera están derrotados y técnicamente caídos, los compañeros que integran el único poder legítimo emanado de la soberanía popular, como es la Asamblea Nacional, están obligados hoy más que nunca, a cumplir y hacer respetar el mandato popular expresado el 6D y todas sus acciones y decisiones a partir de hoy, deben enmarcarse en el desconocimiento del régimen de usurpación y en la restitución de la vigente Constitución de 1999 y sin ningún tipo de vacilaciones exigir acciones concretas de los Estados democráticos del hemisferio que ayuden a restituirla, porque es inaceptable que en nombre de una falsa autodeterminación de los pueblos, a sangre y fuego y de espalda a la gran mayoría de los venezolanos, los forajidos en el pider sigan matando, robando y destruyendo la Nación.
«Quienes defienden el derecho a la vida de asesinos, avalan la pena de muerte de ciudadanos inocentes»
DC / Lic. Pedro Segundo Blanco / Ex parlamentario del estado Sucre / petersecond1@hotmail.com / @pedrosegundoABP