El próximo 12 y 13 de septiembre, a menos que haya un cambio en la agenda de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, el juez Paul Crotty impondrá la sentencia que tendrán que cumplir Efraín Campo Flores y Franqui Flores De Freitas por conspirar para ingresar más de 800 kilos de cocaína a territorio estadounidense.
La fiscalía, en su informe previo a la sentencia solicitó pena máxima para los sobrinos de la Primera Dama de Venezuela, Cilia Flores, alegando, entre otras cosas, que gracias a evidencias encontradas en los chats entre los dos acusados estarían vinculados al asesinato en Venezuela de dos personas que no fueron identificadas.
Aunque el informe de la Fiscalía aún no se encuentra en los registros públicos de la Corte, la respuesta de la defensa a dicho documento narra que la Fiscalía encontró fotos de cuerpos descuartizados de personas sin identificar y vincula estos asesinatos al cobro de una deuda. Sin embargo, la defensa pide al juez Paul Crotty desestimar estos argumentos debido a que se tratan de pruebas “insuficientes” y escogidas a dedo para vincularlos a estas muertes.
“Después de un examen detenido, estos textos y fotos no se acercan a establecer de manera creíble que los acusados estaban involucrados en cualquier muerte. A lo sumo, muestran que los demandados estaban conscientes de que ciertos asesinatos habían ocurrido en Venezuela, conocida por ser un lugar violento y peligroso. Por ejemplo, en un intercambio de WhatsApp del 21 de junio de 2015, Flores explicó que ‘ellos’ —como otras partes— habían matado a alguien porque ‘ellos’ sospechaban que la víctima había contado sobre ellos”, relata la defensa en el documento que contiene 60 páginas.
Cadena perpetua
La Fiscalía asegura a la Corte que tanto Campo Flores como Flores De Freitas cumplen con los requisitos para ser sentenciados con prisión de por vida. Sin embargo, la defensa contradice esta solicitud argumentando que los acusados califican para la “válvula de escape”, un procedimiento en casos de drogas por medio del cual un acusado puede librarse de las condenas mínimas obligatorias. Para obtener este beneficio la norma estadounidense establece que el acusado no debe tener condenas previas, no usó violencia ni amenazas creíbles de que se usaría violencia, ni estuvo en posesión de un arma de fuego ni de cualquier otra arma peligrosa (ni persuadió a otro participante para que lo hiciera) en conexión con el delito; el delito no tuvo como resultado la muerte de cualquier persona ni ocasionó que persona alguna sufriera una lesión corporal grave y por último que no se trata de líder, organizador, dirigente, administrador ni supervisor de otros en el delito, del modo determinado según las pautas para el dictado de penas.
Ambas visiones deben ser evaluadas por el Jjuez Crotty al momento de decidir la pena, pero el hecho de que la Fiscalía persiga cadena perpetua podría leerse como que no ha logrado obtener algún acuerdo de cooperación con los sobrinos Flores. Así lo explicó en conversaciones anteriores con Diario Las Américas el abogado penal Barry Deonarine.
Deonarine, quien además ha seguido el caso desde sus inicios, señaló que cuando en casos de narcotráfico la Fiscalía pide al juez penas bajas es porque hubo algún acuerdo de cooperación entre las partes.
DC | Diario Las Américas