Lo apuñalan con un destornillador hasta matarlo
A Carlos Fernando Russian Sánchez (49) lo apuñalaron con un destornillador y una navaja en la sien, en el cuello, en el pecho y en las costillas; y lo golpearon en la cabeza con una piedra luego de robar su casa y su Mitsubishi, Lancer, dorado, placa XBS-82N.
El cuerpo lo encontraron ayer, a las 5.00 de la mañana, con las manos amarradas en la calle 13E con avenida 16 del barrio Fuerza Bolivariana, parroquia Ildefonso Vázquez. El occiso, un hombre blanco y de un 1,70 de altura, vestía un suéter verde, un mono negro y unas medias negras y no tenía documentos.
Los vecinos comentaron entre ellos que escucharon en la madrugada un carro, después los gritos de auxilio de la víctima y a los pocos minutos vieron el cuerpo tendido en el monte, con el rostro inflamado debido a los golpes.
Los curiosos llegaron poco a poco. Todos coincidían que Russian no residía en la zona. Corroboraron su hipótesis luego de que una mujer, la exesposa del occiso, se acercó a los policías y lo identificó. Les aseguró que su esposo no era una mala persona.
Los efectivos de la Policía científica acudieron al sitio custodiados por militares para hacer las experticias, colectaron una navaja, un destornillador y una piedra, objetos con los que presuntamente mataron al conductor; además de unas almohadas. Trasladaron a la viuda a la sede de Altos del Sol Amada para interrogarla.
Investigación
Los hijos y la expareja de Russian fueron los últimos en verlo con vida. Compartieron hasta las 11.00 de la noche del pasado lunes. Carlos se marchó hacia su nueva residencia, en Monte Bello. Los oficiales indagaron que lo sometieron cuando llegaba a la casa, lo sometieron, lo obligaron a abrirles la puerta y se llevaron una laptop, los equipos de oficina, un aire acondicionado, una nevera y el carro.
A Russian lo raptaron, lo montaron en un vehículo y lo condujeron hasta la barriada del norte de Maracaibo. Allí lo mataron. Su carro lo recuperaron desvalijado ayer en el barrio Teotiste Gallegos, en la parroquia Coquivacoa.
Los detectives explicaron que los delincuentes iban a alta velocidad y eso ocasionó que se dañara el caucho del copiloto, que se cayera parte el parachoques delantero y que la carrocería rayara. Al automóvil le quitaron los muebles de la parte trasera, el reproductor de sonido y las cornetas. Tenía los vidrios de los retrovisores rotos y no poseía identificación de la marca ni el modelo.
En el cuerpo de investigaciones aún desconocen el paradero de los criminales. Presumen que en el asesinato participaron más de dos maleantes. Ya iniciaron los allanamientos en la parroquia Coquivacoa.
DC | La Verdad