El gobierno argentino ordenó a unos 50.000 bancos, entidades financieras, concesionarias, inmobiliarias, casinos y otras empresas radicadas en la Argentina que informen si tienen registrados bienes o activos de Nicolás Maduro y otros 13 miembros del régimen chavista.
Se trata de un fuerte gesto de alineamiento del presidente Mauricio Macri con la decisión tomada por la administración de Donald Trump en los Estados Unidos, que dispuso congelar en territorio norteamericano los bienes del presidente de Venezuela y de sus principales colaboradores, con el objetivo de sancionar a su gobierno por convocar a una asamblea constituyente.
La medida es una nueva señal de Macri hacia el gobierno norteamericano y también hacia Maduro, tras el protagonismo que el presidente argentino tuvo en las negociaciones para suspender a Venezuela del Mercosur, en el marco de los movimientos para aislarlo en la región.
En un nuevo giro de la artillería diplomática contra el chavismo, Estados Unidos había dispuesto la semana pasada congelar los activos de Maduro bajo jurisdicción estadounidense y prohibió a los norteamericanos hacer negocios con el mandatario venezolano.
Washington también impuso sanciones económicas a otros 13 altos representantes del régimen chavista, como Franklin García Duque, jefe de la policía nacional bolivariana y ex comandante militar de las Fuerzas Armadas; Jesús Rafael Suárez Chourio, comandante general del ejército; Rocco Albisinni Serrano, titular del Centro Nacional de Comercio Exterior de Venezuela, y Néstor Reverol Torres, ministro del Interior, Justicia y Paz del gobierno de Maduro, entre otros.
La nómina incluye, también a Tarek William Saab Halabi, a quien Maduro nombró anteayer fiscal general de Venezuela horas después de que la asamblea constituyente destituyó a la hasta entonces titular del cargo, Luisa Ortega Díaz, por sus críticas al gobierno.
Circulares de la UIF
El último viernes, las circulares de la Unidad de Información Financiera (UIF) comenzaron a llegar a los bancos, financieras y otras firmas de la Argentina, para que «corroboren la existencia de cualquier tipo de operatoria en la que puedan haber intervenido de forma directa o indirecta las personas individualizadas», en referencia a la lista de 14 venezolanos encabezados por Maduro que conformó Estados Unidos.
Así lo confirmaron a La Nación ejecutivos de las entidades que recibieron las circulares de la UIF y que deben elaborar la lista de operaciones en la Argentina que involucren a las figuras del chavismo perseguidas económicamente por los Estados Unidos.
La UIF, organismo que preside Mariano Federici, había recibido una notificación de la Office of Foreign Assets Control (OFAC), un organismo que depende del Departamento del Tesoro norteamericano, que comunicaba la decisión de sancionar y congelar las cuentas y bienes de los 14 venezolanos.
Existe un acuerdo de cooperación entre la UIF y la Fincen, que es el organismo análogo en los Estados Unidos, para «facilitar el intercambio de información con fines de inteligencia en asuntos relacionados con el lavado de activos, delitos conexos, incluidos aquellos vinculados con el crimen organizado o el financiamiento del terrorismo».
En ese marco, la UIF resolvió emitir una alerta a los «sujetos obligados» a remitirle información sobre Maduro y el resto de los miembros de la lista. Por supuesto, la medida supera una decisión puramente técnica y enfatiza la decisión política de Macri de profundizar la presión sobre el gobierno venezolano.
Atribuciones
La UIF, a partir del decreto 918 de 2012, sólo tiene facultades para congelar fondos y activos en casos de sospechas de financiamiento del terrorismo. Por lo tanto, la medida apunta en principio a remitir la información detectada en Argentina a Estados Unidos.
De todas formas, si tras recibir y analizar los datos que remitan las 50 entidades existieran indicios de un delito financiero, la unidad podría presentar una denuncia penal. Los bancos y el resto de las firmas tienen tiempo hasta pasado mañana para responder.
El presidente Macri encontró en la disputa contra el chavismo una bandera que le permite asumir protagonismo en la región y, a la vez, sintonizar con Estados Unidos con una intensidad que hasta ahora la cooperación económica le había negado.
DC | La Nación