El mecánico Jesús Adolfo Díaz Reyes de 42 años de edad, quien murió calcinado la noche del viernes al chocar su camioneta Hyundai H-100, tipo pick up, placa A64DR9A, con un convoy de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la autopista Francisco Fajardo, a la altura de La California, regresaba esa noche de su trabajo y se dirigía a su residencia en la urbanización Longaray, de El Valle.
La esposa de Díaz está fuera del país, un hermano reside en Caracas, los demás familiares viven en oriente y se enteraron el lunes a través de prensa y redes sociales de lo que había ocurrido. Este martes llegaron a la morgue para retirar el cuerpo y para trasladarlo a Carúpano.
Díaz Reyes era bachiller, experto en reparación de motores diesel, trabajó muchos años en oriente haciéndole mantenimiento a barcos atuneros con Eveba y también hizo cursos de especialización mientras laboró con la empresa Mercedes Benz. Tenía menos de 15 años en Caracas y trabajaba en un taller ubicado en Mariches.
Los familiares dijeron que Díaz Reyes no participaba en protestas. Como solía reunirse con sus amigos los fines de semana no se dieron cuenta de su ausencia hasta el lunes. Su amigo Ricardo Eremenko vino desde le estado Sucre, para apoyar a los familiares y dijo: -Otra víctima de estos problemas políticos. Era un hombre muy trabajador, dedicado a su familia.
El mecánico era el menor de 6 hermanos y dejó tres hijos, de 19, 16 y 14 años. Los parientes desconocen circunstancias del caso. Solo saben que en la autopista no había iluminación ni señalización alguna, las tanquetas de color oscuro estaban en medio de la vía, DíazReyes venía en sentido este-oeste y no pudo evitar los obstáculos. Se estrelló y su carro se prendió.
Una versión indica que el incendio comenzó en la tanqueta, al recibir el impacto en el tanque de combustible. No se explican qué originó el siniestro si ambos vehículos utilizaban gasoil.
Fuentes militares dijeron que siete efectivos resultaron heridos y fueron llevados al Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo en San Martín.
DC | El Carabobeño