“La principal estructura de lavado de dinero de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) es PDVSA (Petróleos de Venezuela, empresa estatal controlada por el Gobierno de ese país)”, así lo afirma Douglas Farah, experto en temas de crimen organizado y antiterrorismo.
El pasado 12 de septiembre Farah presentó una ponencia ante el Comité de Control Internacional de Narcóticos en el Senado estadounidense, donde se discutió el tema de la “adaptación de los esfuerzos en la lucha antinarcóticos de Estados Unidos en Colombia”.
En entrevista concedida a Diario Las Américas, Farah resumió cómo es el funcionamiento de la operación de blanqueo de capital que asegura procede del narcotráfico: “Se organizó una red paralela en El Salvador y Nicaragua para mover dinero de las FARC, principalmente a través de PDVSA, en una maniobra que involucra al gobierno de Venezuela, a Albanisa (creada en Nicaragua con fondos aportados a través del Alba, controlada por el Gobierno de Daniel Ortega) y Alba Petróleos (con capital del mismo origen, creada en El Salvador).
“En esas estructuras hay suficientes irregularidades con grandes cantidades de dinero que se debe investigar más para saber a dónde fueron a parar esos capitales”, afirmó el experto.
En opinión de este especialista, estas realidades constituyen el respaldo de las sanciones impuestas por Estados Unidos tanto a PDVSA como a funcionarios del régimen de Venezuela, que están siendo señalados de presuntos nexos con el narcotráfico y el crimen organizado.
A la presentación ante el Senado de EEUU, Farah, quien labora como investigador del Centro Nacional para Operaciones Complejas de la Universidad de Defensa Nacional y es presidente de la firma consultora IBI, LLC, acudió como investigador independiente.
En sus declaraciones al diario aseguró que aprovechó la comparecencia para solicitar a los senadores “investigar las actividades conjuntas y vínculos entre PDVSA, Albanisa y Alba Petróleos y sugirió mantener a las FARC en la lista de organizaciones que promueven el terrorismo, mientras no se cumplan en su totalidad los acuerdos de paz”, recientemente firmados, debido a los cuales el grupo armado pasó a convertirse en partido político.
Farah recordó que los países nucleados en la organización llamada ALBA, creada por iniciativa de Hugo Chávez, con el beneplácito de Fidel Castro, no es otra cosa que la llamada “alianza bolivariana, donde confluyen países con gobiernos de carácter totalitario, que manejan los recursos de las naciones como caja chica personal. En mi criterio -dijo- eso implica corrupción, es dinero público que se maneja sin transparencia”.
El analista denunció que dentro de ese proyecto ideológico llamado ALBA, las FARC están involucradas y recalcó que este grupo está dispuesto a hacer lo necesario para ayudar a sus aliados.
“Es un proyecto anti Estados Unidos, antidemocrático que busca imponer en el continente la corriente llamada Socialismo del Siglo XXI”, recalcó.
A su juicio, las estructuras Alba Petróleo de El Salvador y Albanisa en Nicaragua, reflejan que se trata de empresas paralelas y hasta dependientes del dinero que presuntamente llegaba de PDVSA a través de Petrocaribe.
“El análisis de las estructuras revela que hay una total falta de transparencia en el manejo de los recursos. La información que hemos recabado en Colombia y en otras partes lleva a deducir que (el dinero) provenía de una misma fuente”.
DC | DLA