Ingredientes:
Media lata de tomate (ó 4 tomates grandes pelados)
Una pizca de orégano
Una pizca de sal
100 gramos de queso mozzarella
Medio pimentón tamaño mediano
Media cebolla tamaño mediano
50 gramos de jamón cocido, salchicha ó peperoni
Elaboración paso a paso:
Muele los tomates en un procesador de alimentos ó en una licuadora. También puedes aplastarlos con un tenedor para que queden trozos sueltos. Agrégale una pizca de sal y de orégano a esta salsa.
Ralla el queso mozzarella.
Pica todos los demás ingredientes: el jamón, la cebolla y el pimentón en tiras, y si usas pepperoni ó salchichas, en rodajas muy finas, aunque seguramente ya te lo habrán vendido así.
Armado de la pizza
Agrega la salsa de tomate sobre tu masa de pizza previamente preparada y lista en su respectivo molde. Esparce bien la salsa con ayuda de una cuchara para que quede uniforme en todos lados.
A continuación ponle el queso mozzarella rallado y luego los demás ingredientes.
Lleva al horno, previamente precalentado a 200 grados centígrados.
Deja cocinar por 10-15 minutos. Vigila que no se vaya a quemar, ya que algunos hornos son traicioneros.
El punto exacto de la pizza es: el queso derretido y ligeramente dorado por arriba, y la masa de pizza ligeramente marrón por debajo. Debe poder quebrarse con facilidad sin llegar a ser una galleta.
Algunas personas prefieren su pizza más o menos gruesa y más o menos crocantes por debajo. Esto lo vas a decidir tú según tu gusto y lo puedes ir adaptando en preparaciones posteriores.
Una vez lista tu pizza, córtala en su clásica forma triangular y disfrútala en familia.
DC/Agencias