La intranquilidad, desesperación, preocupación excesiva o temor son indicaciones de que algo pasa.
– Cambios de voz: Provoca espasmos en los músculos de la garganta, complicando el tragado y dando paso a una voz más áspera.
– Reacciones hepáticas: Cuando el cuerpo se somete a estrés y ansiedad, el sistema adrenal produce una cantidad excesiva de la hormona del estrés cortisol y aquello obliga al hígado a producir más glucosa.
– Tensión muscular: El cuerpo se «endurece» de forma natural, creando tensión en los grandes grupos musculares y provocando dolores de cabeza, rigidez en los hombros, dolor en el cuello e incluso migrañas .
– Estómago. Cuando el cuerpo experimenta ansiedad no regula adecuadamente la digestión de los alimentos, y en casos extremos puede tener efectos a largo plazo sobre los nutrientes que absorben el cuerpo.
¿Cómo lo controlo?
– Haz ejercicio.
– Practica terapias de relajación.
– Incluye alimentos antioxidantes y unos cuantos estimulantes a tu dieta.
DC/G