Japón podría tener una de las tasas de criminalidad más bajas del mundo, y también la mayor esperanza de vida, pero como se puede ver en estas imágenes, se lleva el récord en exceso de borrachos.
Las imágenes fueron tomadas por Lee Chapman, un fotógrafo británico de Manchester que llegó a Tokio en 1998 por “un año o dos” y, bueno, nunca se fue.
Sus reveladoras gráficas ponen en evidencia un elemento de la vida en Japón que poca gente piensa cuando llegan al país: