“El agua caliente de la regadera relaja nuestros sentidos externos y concentra toda nuestra atención hacia el interior. Es un estado de conciencia que promueve el pensamiento interno y creativo, explica el psicólogo John Kounios.
Cuando estamos disfrutado de una ducha, nos olvidamos de todo y nos centramos en nuestros pensamientos. El agua caliente nos relaja y nos hace desconectar, y en ese momento de relax es mucho más fácil que surja una idea.
Es como si nuestro cerebro funcionase mejor en ese momento.
La clave es olvidarse de todo
Puede que necesites resolver un problema ahora mismo y que no tengas una regadera a mano, ¿qué hacer?
No temas, hay algunas otras cosas que pueden ayudarte a concentrarte en tus pensamientos y que la creatividad fluya:
Echar el cuerpo atrás y cerrar los ojos, ignorando todo lo demás
Mirar fijamente al techo, como si dejases los ojos en blanco
Apagar el celular para evitar interrupciones
Aislarse del resto de personas, con tapones en los oídos si es necesario
Hacer ejercicio físico si tenemos oportunidad
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