Las 17 troncales del país muestran daños de algún tipo, la interconexión entre estados de la región norte-costera por la que circulan diariamente entre 60.000 y 75.000 vehículos, está en su peor momento
En estado crítico están los 357 kilómetros de carretera que conectan Caracas con Apure. El panorama es similar en los otros 336 kilómetros de vías que comprende el trayecto Barcelona-Caracas.
La desinversión en rehabilitación y mantenimiento es palpable metro a metro en los distintos tramos compuestos por autopistas, troncales y carreteras nacionales de toda la región norte-costera, la más importante del país, dada la densidad poblacional y la ubicación estratégica de los principales puertos y aeropuertos.
Esta evaluación sirve de referencia para comprender el estado de la vialidad en todo el país, dijo Enzo Betancourt, presidente del Colegio de Ingenieros de Venezuela. Añadió que el abandono suma por lo menos dos años, dadas las condiciones en que están luego de un recorrido de más de 48 horas por la zona que realizó el miércoles pasado. “Hay huecos y hundimientos cada 200 metros en promedio, no hay demarcaciones ni señalizaciones en la mayoría de las conexiones principales. Esto revela una desidia y una falta de mantenimiento generalizados, no se hace ni el preventivo, ni el correctivo”.
Betancourt, que con su equipo lleva a cabo exhaustivos recorridos por autopistas, carreteras, troncales y vialidad agrícola desde hace 14 años, advierte sobre lo grave de la situación que podría degenerar en un colapso e incomunicación, solo comparables con décadas pasadas, y cuya recuperación alcanzaría 10 millardos de dólares solo para el inicio, de acuerdo con los cálculos del equipo de vialidad del CIV.
Las 17 troncales del país muestran daños de algún tipo, la interconexión entre estados de la región norte-costera por la que circulan diariamente entre 60.000 y 75.000 vehículos, está en su peor momento, aseguró el ingeniero.
“El nivel de utilidad en la región norte está en el punto más bajo en décadas. Se puede transitar, pero con un riesgo altísimo de accidentes. Todo el eje vial del país está al mismo nivel desde hace 60 años, nuestro modelo, que fue ejemplo para el continente, hoy muestra signos de estancamiento alarmantes”.
La troncal 9, por ejemplo, tiene etapas a nivel de suelo y segmentos donde se evidencia el comienzo de trabajos de reparación inconclusos. Pueblos vecinos como Calabozo, Guardatinajas o Cúpira y El Guapo, separados por apenas kilómetros, pasaron de cruzarse en solo minutos a varias horas.
“Hay vías que desde su diseño, hace más de 70 años, podían atravesarse en 2 horas y actualmente se puede llevar 7 horas en completarse. Esto afecta la calidad de vida del ciudadano, resta horas productivas para el país y daña vehículos”, aseveró.
La desatención describe, de acuerdo con el histórico que lleva la institución, el estado de toda la ingeniería del país, aunque “actualmente es imposible conocerla con exactitud porque hay lugares estratégicos a los que no se tiene acceso”.
DC/EN