Ocho horas duró el cadáver de Javier Enrique Silva Guaipe, de 22 años, en el interior de su casa. La noche del domingo, integrantes de una banda lo asesinaron de múltiples impactos de bala en el barrio Santa Eduvigis, en la parte alta de El Cementerio.
Hasta allí llegaron unos diez sujetos armados y encapuchados, lo estaban buscando para saldar cuentas y a pesar del esfuerzo de sus familiares por salvarlo, los delincuentes fueron enfáticos: «O nos dejan hacer lo que vinimos a hacer o los vamos a matar a todos». Esto fue lo que dijeron y le colocaron una pistola en la cabeza a una de las niñas.
Una vez que lo encontraron, «le dieron muchos tiros, fueron como 15 los disparos que le dieron y se fueron, ahora tenemos que mudarnos de la casa, no podemos quedarnos allí», dijo un familiar.
«Pero además de que lo mataron, la policía no quiso ir hasta la casa a levantar el cadáver. Los llamamos como a las 9:00 de la noche del domingo y la respuesta que nos dieron fue que el sector era una zona de paz y que no se iban a meter para allá, no fue sino hasta las 11:00 de la mañana del día lunes 9 de octubre cuando fueron a levantar el cadáver».
El joven deja 2 hijos, de 2 y 3 años de edad, y su esposa embarazada.
DC | El Universal