Uno de los tanques de desecho de la mayor refinería de Venezuela, Amuay, se rebasó esta semana y se desbordó hacia la bahía adyacente a la unidad, manchando varios buques, dijeron dos trabajadores y un líder sindical.
El derrame de la fosa a cielo abierto se produjo tras dos días de fuertes lluvias y por la falta de mantenimiento, dijo tarde el lunes el representante de los trabajadores Iván Freites, un crítico de las políticas de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), firma que opera las refinerías del país.
Freites dijo que el evento «hasta ahora es incuantificable, pero pueden ser unos 200.000 barriles de crudo. Hay buques atracados manchados», agregó.
Dos trabajadores en la refinería con capacidad para procesar 645.000 barriles por día, que solicitaron no ser nombrados, confirmaron el incidente.
«El FORS 1 (la fosa donde se envían productos pesados fuera de especificación o excedentes) se desbordó y hay buques manchados, eso ha molestado a varios capitanes», dijo uno de los trabajadores de Amuay.
Por lo general, a los tanqueros manchados de crudo no se les permite navegar en aguas internacionales porque pueden generar contaminación. Ni Pdvsa, ni el ministerio de Petróleo contestaron de inmediato a una solicitud de información.
Amuay, junto con su vecina Cardón, conforman el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), que hasta mediados de octubre operaba a un tercio de su capacidad ante las continuas fallas, la falta de crudo para procesar y la escasez de piezas para hacer mantenimientos. La estatal sostiene que está haciendo las inversiones necesarias para mantener sus operaciones y que a menudo son víctimas del sabotaje.
DC | Reuters