Con varios impactos de balas fueron hallados cinco miembros de una misma familia de ganaderos su explotación de la localidad de Nouvion et Catillon (norte de Francia).
Autoridades locales aseguran que las primeras pistas apuntan a que se trató de “un drama familiar”, y que el padre mató a su mujer y a sus tres hijos antes de suicidarse.
Resultaron muertos los dos padres, de unos cuarenta años cada uno, y los tres hijos de 20, 18 y 14 años.
Se conoció que uno de los empleados de la familia, descubrió los cuerpos sin vida hacia las 9.00 locales (8.00 GMT).
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