El destituido presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se encuentra en Bruselas (Bélgica) junto a cinco de sus consejeros, a donde se ha desplazado para manetener conversaciones con políticos flamencos. El expresidente de la Generalitat, según ha trascendido, está acompañado de los consejeros Meritxell Borràs (Gobernación) y Joaquim Forn (Interior) -ambos del PDECat- y Antoni Comín (Salud), Dolors Bassa (Trabajo) y Meritxell Serret (Agricultura) -de ERC-.
El viaje de Puigdemont a Bruselas se produce después de que este fin de semana se haya producido una fuerte controversia en el seno del gobierno belga, después de que el ministro de Exteriores de ese país, Theo Francken, manifestase que considerarían la posibilidad de estudiar la posibilidad de conceder asilo político a Puigdemont. Francken forma parte del gobierno de coalición belga en representación del partido independentista flamenco N-VA.
Sus manifestaciones fueron inmediatamente desmentidas por el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, que aseguró esa no era la postura oficial del ejecutivo de ese país.
Otras fuentes apuntan que Puigdemont podría estar acompañado por otros miembros y personal del gobierno de la Generalitat, y que podría realizar algún tipo de declaración conjunta esta tarde.
De momento, el presidente de la región belga de Flandes, el nacionalista flamenco Geert Bourgeois, ya ha asegurado que no se reunirá con Puigdemont. «No tiene ninguna reunión con nuestro ministro presidente», han asegurado a Efe esas fuentes, que han añadido que ambos políticos no han mantenido contactos anteriormente.
El comisario general belga para los refugiados y los apátridas, Dirk Van den Bulcke, ha asegurado que para que Bélgica conceda asilo a otro ciudadano europeo deben existir «señales serias de persecución» o de que corre riesgos en el país de origen. «Debe haber señales serias de persecución pero, incluso en el caso de la persecución, (debe haber) una imposibilidad de obtener protección en el país», dijo Van den Bulcke en declaraciones recogidas por la cadena de televisión RTL. El comisario no comentó el caso concreto de Puigdemont y algunos de sus exconsejeros, que han viajado a Bruselas.
PP: «Viaje a la desesperada»
El coordinador general del PP, Fernando Martínez Maíllo, ha asegurado que este viaje a Bruselas de Puigdemont, es fruto de la «desesperación» y puesto que este lunes no ha podido acudir a su despacio en la sede de la Generalitat, después de haber sido destituido el viernes por el Gobierno.
En rueda de prensa tras el Comité Ejecutivo Nacional del PP, y preguntado al respecto, Maillo ha dicho que ve «una contradicción» que Puigdemont se haya trasladado a la capital de las instituciones europeas «donde uno de los grandes valores es la defensa del Estado de Derecho, de la legalidad y de los valores constitucionales». «Para eso que se quede en casa, es un desatino y una muestra de desesperación», ha añadido el dirigente ‘popular’.
Por su parte, la portavoz de Ciudadanos y líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, ha calificado de «ocurrencia» el viaje y ha afirmado que no le servirá de mucho porque la mayoría de los europeos no secundan «aventuras secesionistas».
«Los independentistas no tienen reconocimiento internacional ninguno, no hay ningún país del mundo que haya reconocido lo que dijeron el viernes», ha dicho en rueda de prensa en la sede de Cs, en referencia a la proclamación de una República catalana independiente.
«Exiliado»
El exdiputado de JxSi Lluís Llach, por su parte, asegura que el viaje a Bruselas de Puigdemont se enmarca en una «denuncia» contra el Estado. «El Molt Honorable President de la República exiliado es una denuncia contra España frente a los estamentos europeos, internacionales y para conservar la dignidad del 1 de octubre», ha publicado el exparlamentario independentista en su cuenta de Twitter.
DC | ABC