En posición de cúbito dorsal y tirado en un pajal, al lado de la arenosa calle 4 con avenida 2 del sector Los Chaguaramos, en El Tigre, fue hallado el cadáver de Royer Johan Paz Castillo Medina, de 25 años.
Vecinos dijeron que, cerca de las 3:00 am del domingo, escucharon un disparo, pero no se atrevieron a salir por temor.
Paz Castillo recibió una descarga de perdigones en el lado derecho de la región hipocondríaca, la cual le causó la muerte de inmediato.
Marlys Seijas contó que su cuñado llegó hace un mes a la ciudad para visitar a su concubina desde hace ocho años, Geraldine, y a sus pequeños hijos, un varón de siete y una hembra de cuatro años.
Dijo que el sábado, Paz Castillo estuvo en su casa ayudándola a limpiar, y como a las 10:00 pm se fue a su residencia, situada en la calle 13 del sector Andrés Bello.
Al parecer, llegó, cenó y luego se acostó a dormir, pero recibió una llamada al celular y le dijo a su mujer que necesitaba salir y que regresaría pronto.
Con el transcurrir de las horas, el hombre no llegó, y Geraldine comenzó a preocuparse. A las 6:00 am la llamó su mamá para decirle que a su marido lo habían matado.
Pesquisas
Funcionarios de la Policía Municipal de Simón Rodríguez resguardaron el sitio para que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) realizaran las experticias y el levantamiento del cadáver. Manejan el móvil de la venganza.
Seijas aseguró que Royer no tenía enemigos ni problemas con nadie, ya que poco frecuentaba El Tigre, porque trabajaba como obrero en la dirección de Aseo Urbano de la Alcaldía del municipio Libertador en Caracas, de donde era oriundo. Los días que visitaba a su familia se dedicaba a vender plátanos, mantequilla y nata llanera en el centro.
DC | El Tiempo