Un informe dado a conocer por la Universidad de Texas, que recoge los testimonios de diferentes juicios contra miembros de Los Zetas en Estados Unidos, expuso cómo el sanguinario cartel mexicano se hizo con el control de los Estados mexicanos de Coahuila y Veracruz.
Los testimonios recabados detallan los sobornos a funcionarios públicos —desde policías hasta gobernadores—, una red de lavado de dinero vinculada a la estatal Pemex y hasta el poder sobre el centro penitenciario de la ciudad fronteriza de Piedras Negras. El estudio denuncia que Los Zetas alcanzaron unas cotas de impunidad tan altas que lograron erigirse como el único poder de facto en aquellas entidades.
El informe partió de las declaraciones de 24 testigos —la mayoría ex miembros del grupo criminal— en tres juicios federales contra integrantes de Los Zetas que se realizaron en San Antonio, Austin y Del Rio (Texas) entre 2013 y 2016. “Las dos conclusiones principales que surgen de los testimonios son que el cartel de Los Zetas cometió numerosos abusos a los derechos humanos con impunidad. La segunda es que las instituciones y funcionarios púbicos de Coahuila tuvieron un papel, ya sea por acción u omisión, en la comisión de estos abusos”, resumió en un comunicado este lunes el centro de estudios.
Diversos testigos, siempre según el informe, describieron sobornos de millones de dólares pagados a los hermanos Humberto y Rubén Moreira, el anterior y el actual gobernador de Coahuila —que han gobernado la entidad durante los últimos 10 años seguidos con el Partido Revolucionario Institucional (PRI)— a cambio del control total del Estado.
De esta manera es cómo según el centro de estudios, operó durante décadas esta organización criminal, fundada a finales de los años noventa por 31 miembros de las fuerzas especiales del Ejército mexicano y guatemalteco y que acabó convirtiéndose rápidamente en una de las más sanguinarias del narco mexicano.
2D0