Según un estudio publicado por la American Heart Association 2017, realizado por unos investigadores de la Universidad de Hiroshima en Japón, siguieron a 642 hombres y 441 mujeres por más de cinco años, quienes fueron divididos en grupos de: comedores lentos, normales y rápido.
Los resusltados explican que aquellas personas que comían de manera acelerada tenían un 11,6% de desarrollar síndrome metabólico.
El comer rápido y la mala salud, es un vínculo que ha estado creciendo desde hace ya un tiempo. Cuando comes rápido, el cuerpo no tiene la oportunidad de informarle al cerebro que se está llenando.
Los receptores que se encuentran en el estómago que responden a los alimentos y las hormonas que le indican al cerebro que digirieron parcialmente los alimentos pueden tardar entre 15 y 20 minutos en enviar la información.
Asimismo, otro estudio demostró que las personas reducen el consumo de calorías en más de 10% si logran masticar 40 veces los alimentos que son ingeridos, en comparación con las 15 que se hacen generalmente.
Masticar más ayuda a digerir la comida, la saliva tiene enzimas que empiezan a lubricar los alimentos y así poder digerirlo.
DC/G