Es posible reaprovechar los restos de los alimentos, que serían descartados para la basura y replantados en casa. La mejor noticia es que no es necesario tener unos grandes conocimientos de jardinería para cultivar verduras, legumbres y demas plantas en tu huerta casera. ¡Descúbrelo!
CEBOLLETA
Separa la parte blanca y un poco del tallo de la cebolleta. Colócala dentro de un vaso de agua, cubriendo cerca de 2,5 cm.
CEBOLLINO
Déjalo al sol y, en pocos días, podrás tener brotes. Es necesario cambiar el agua todos los días.
ALBAHACA
Separa unos tres tallos con sus hojas, córtalos para que tengan unos 10 ó 15 centímetros. Retira las hojas de la parte inferior, también las flores, dejando apenas unas hojas en la parte superior.
Colócalos en un vaso de cristal con agua hasta la mitad, expuesto al sol, y cambia el agua cada dos días. Cuando las raíces tengan unos dos centímetros, necesitarás plantarla en una maceta mediana o grande, pues la planta necesita de espacio y sol.
MENTA
La forma de plantarla es casi idéntica a la de la albahaca. Separa tres brotes de menta y excluye las hojas de la parte inferior de la planta, dejando algunas hojas en la parte superior.
Después, necesitará ser plantada también en una maceta mayor y con agujeros en la base, pues necesitará mucha agua, pero también drenarla. La tierra no puede estar seca en ningún momento.
ROMERO
Repite el proceso inicial de la albahaca y la menta. Después, planta los brotes en un vaso con agujeros en la parte inferior para drenar el agua. Utiliza una mezcla de unos 2/3 tercios de arena gruesa y 1/3 de tierra con musgo.
La planta no necesita de mucha agua y deberá estar en un lugar con sol. Corta las ramas de romero cuando lo necesites y luego replántalos.
AJO
El consejo es aprovechar las hojas de los gajos. No necesita ser replantado si se colocan los dientes de ajo en un vaso con agua.
Crecerán brotes que podrán ser usados en ensaladas. Las puntas de los brotes son más sabrosas.
ZANAHORIA
Como el ajo, tampoco es necesario replantarlas. Lo ideal es usar la cabeza de la zanahoria, que generalmente no se consume, colocándola en un recipiente con un poco de agua.
Lo mejor es colocar varias cabezas de zanahoria en una vasija con el agua por la mitad. La expectativa es que, en 15 días, comiencen a brotar.
LECHUGA
Aprovecha la cabeza de la lechuga, la cual solemos desechar, y colócala en una vasija con agua.
Cambia el agua del recipiente siempre que sea necesario. No saldrán grandes lechugas, pero podrán ser útiles para una ensalada pequeña.
APIO
Corta el tallo con un tamaño de 5 centímetros. Déjalo en un vaso y moje un poco la parte superior de la planta para que no se reseque cuando se exponga al sol.
Las hojitas amarillas brotarán en el centro y luego quedarán verdes. En una semana, brotarán las hojas. Transplántalo entonces a una maceta con tierra y agujeros para drenar el agua.
ACELGA
El proceso es muy similar al del apio. Reutiliza la parte inferior (la raíz) de la verdura, que solemos tirar.
Corta el tallo a los 5 centímetros y déjalo en un recipiente. Enróllalas antes de seguir el mismo proceso del apio.
PUERRO
De la familia de la cebolleta, también brota en el agua. Corta el tallo por la parte de la raíz, a unos 5 centímetros, y colócalo en un recipiente no muy profundo y con agua que cubra la raíz. Mantente alerta para que la verdura nunca se quede seca.
Cuando la temperatura sea baja, podrás mantener al puerro en el agua. Sin embargo, si es verano, será mejor que lo plantes en una maceta con tierra, para que pueda crear raíces.
PATATAS Y BONIATOS
Después de algún tiempo, si las patatas han estado a la sombra, comenzarán a salir brotes de ellas. Planta los pedazos de patata a unos 8 centímetros de profundidad con los brotes hacia arriba, cubriéndolos también.
Es posible mantenerlas en un vaso de cristal con un poco de agua. Si mantiene la patata siempre sumergida en una zona con agua, siempre habrá brotes nuevos. Los brotes podrán ser separados y transplantados.
CEBOLLA
Separa la raíz de la cebolla y repite el mismo proceso que el de la cebolleta. Colócala en un vaso con agua, cubriendo cerca de 2,5 cm.
Tras aparecer las raíces, colócala al sol en una maceta con tierra de calidad.
JENGIBRE
Escoge una raíz fresca de jengibre que tenga algún brote. Sumerge la raíz en agua tibia durante una noche.
Entierra luego la raíz en un recipiente con tierra, con el brote hacia arriba. Asegúrate de que el recipiente deja fluir el agua.
DC | StarsInsider