Durante cientos de años, el hombre ha tratado de encontrar el secreto de la longevidad. Si bien la medicina moderna, la higiene y la alimentación han aumentado considerablemente la esperanza de vida de las sociedades humanas, el secreto para alargar la vida lo poseen, curiosamente, unos posos miembros de los amish, aquellos que viven como se hacía hace algo más de un siglo.
Pero no tiene nada que ver con su estilo de vida, sino con una rara mutación genética única en el mundo.
La primera mutación genética que parece proteger frente al envejecimiento en humanos ha sido descubierta entre los miembros de una antigua orden de amish, que viven en las cercanías de Berna, Indiana, (EEUU), tal como reportan científicos del centro Northwestern Medicine, y publicado en la prestigiosa revista Scientific Advances.
Un fármaco experimental que recrea los efectos de la mutación ya está siendo testado en humanos.
La familia en cuestión, que posee esta rara mutación, vive un diez por ciento más que el resto de amish. Los miembros de esta familia viven en promedio 85 años, mucho más tiempo que su promedio de vida previsto de 71 años para los amish en general, una previsión que no ha cambiado mucho en el último siglo.
Según las observaciones, los miembros de esta familia de amish tienen los telómeros (estructuras que recubren los extremos de los cromosomas y protegen la información genética) un diez por ciento más largos.
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