El ya campeón mundial de esta temporada de 2017, el británico Lewis Hamilton (Mercedes), fue el protagonista este viernes en los ensayos libres del Gran Premio de Abu Dabi, última carrera del calendario de Fórmula 1, donde fue el más rápido de la jornada.
En la segunda sesión, la única representativa de las condiciones en las que se correrá la clasificación el sábado y la carrera el domingo, cuando comenzaba a anochecer, fue el único piloto en bajar de la barrera de 1 minuto y 38 segundos (1:37.877) en el circuito de Yas Marina.
Hamilton consiguió mejorar así el anterior récord del circuito (1:38.434), que ostentaba él mismo desde 2011, cuando corría con McLaren. Un buen augurio para este último fin de semana del año, en el que el inglés tiene como misión despedir el curso con buen sabor, después de dos Grandes Premios muy discretos.
En México fue campeón acabando noveno. Y en Brasil, una salida de pista en la sesión de clasificación le obligó a remontar del vigésimo lugar de la parrilla al cuarto en la meta. Ha sido su peor racha en dos carreras consecutivas desde las dos últimas citas de la temporada de 2013.
Hamilton sabe bien que, aunque sea campeón, no es conveniente pecar de exceso de confianza. En 2015, después de haber ganado matemáticamente el título, se relajó y eso permitió a su entonces compañero de Mercedes Nico Rosberg ganar las tres últimas carreras. El alemán continuó en 2016 en esa ola ganadora y terminó privándole del título mundial.
El viernes en Abu Dabi, Hamilton oscilaba entre la satisfacción y la prudencia: «Creo que somos bastante competitivos aquí. Todavía está todo muy equilibrado, pero me gusta».
En la carrera final por el segundo puesto en la clasificación de pilotos, la balanza sigue decantándose del lado de Sebastian Vettel (Ferrari), segundo en la hoja de tiempos del viernes a 149 milésimas de segundo de Hamilton, mientras que el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) fue quinto a 660 milésimas.
DC | AFP