En la ciudad ucraniana de Mykoláiv, una maestra de una guardería ha sido acusada de agredir a una niña de cuatro años, informan medios locales. La madre de la presunta víctima afirma que vio con sus propios ojos como la educadora daba patadas a su hija.
«Abrí la puerta y vi que [la maestra] agarró a mi hija por la espalda, la arrojó al suelo y luego le dio varias patadas. La niña lloraba, yo grité, y la maestra se dio la vuelta y me miró en estado de ‘shock'», dijo Anastasía. Pillada ‘in fraganti’, la maestra se apresuró a explicarse: «Lo siento, esta es la primera vez que sucede, no va a repetirse».
La mujer se quejó a los superiores de la maestra, que se pusieron del lado de su empleada alegando que tiene 40 años de experiencia y que durante ese tiempo su conducta ha sido impecable. La acusada explicó que se vio obligada a actuar de esa manera para «calmar a la niña durante un ataque de nervios», pero Anastasía asegura que su hija nunca antes había tenido ataques de este tipo y decidió acudir a la Policía. «Ningún niño merece esta actitud, da igual cómo se comporte», afirma la mujer, quien agrega que tras este incidente la pequeña tenía moretones en la espalda y las rodillas.
La maestra negó su culpa, pero decidió abandonar el trabajo por su propia voluntad. Por su parte, los investigadores ya la han convocado para la interrogación.
DC/RTA