La visita de los representantes de la Sundee a los establecimientos comerciales del país para hacer cumplir los precios regulados establecidos a algunos productos en el país, generó que los mercados de Venezuela quedaron desabastecidos y sin el poco inventario de alimentos que poseían.
En pocas horas todos los anaqueles quedaron vacíos y los comerciantes señalaron que tuvieron que vender sus productos a perdida ante los duros controles.
«Nos hicieron bajar 15% los precios de todo lo que vendemos. Todo se terminó en muy poco tiempo y hoy no nos queda casi nada», explicó la propietaria de una charcutería del mercado de Guaicaipuro, en el centro de Caracas.
«Tuvimos que vender a pérdida. Hemos perdido mucho real (dinero)», agregó la comerciante.
La vendedora, que prefirió no dar su nombre y dice varias veces tener «mucho miedo», no recuerda controles tan duros como los de este año, y cuenta que muchos proveedores han dejado de llevar sus artículos al no ser rentable vender a los precios que establece el gobierno.
Esta nueva oleada de inspecciones comenzó el 12 de noviembre y es parte de la cruzada del gobierno chavista contra los «especuladores», a quienes hace responsables de la situación de escasez e hiperinflación que atraviesa la nación caribeña.
DC/EN