Pasajeros son recibidos por aguas negras y huecos en Terminal de Maracaibo
Una mala impresión es la que se llevan propios y extrañon que llegan al Terminal de Pasajeros de Maracaibo en búsqueda de transporte hacia otras zonas del estado, del país y fuera de nuestras fronteras.
Al llegar un cúmulo de aguas negras y multitud de huecos que mas bien parecen cráteres, impiden el acceso a los usuarios que ya comienzan a expresar sus quejas.
Los “megahuecos”, en el sector Los Haticos de la parroquia Cristo de Aranza, delatan la ausencia de labores de vialidad. Hoy la desidia se acentúa en los alrededores del Terminal donde las comunidades vecinas también son afectadas.
Estudiantes de primaria deben decidir entre caminar cerca de la basura o hundir sus zapatos en las “lagunas” que brodean el camino a sus casas. A los transitantes del sector no les queda más remedio que alertar a la colectividad sobre los “cráteres” usando cauchos y hasta pedazos de “chatarras”.
La calle que hace frente al terminal, está cubierta por aguas que comprimen la calle, haciendo que de dos canales transitables, sólo uno lo sea.
“La vez pasada no aguantábamos la calle, todos los vecinos nos organizamos y nos pusimos de acuerdo con el Estado, ellos nos apoyaron con la maquinaria e hicieron todo el reasfaltado pero de eso hace ya más de 10 años, hoy no queda ni rastro”, aseguró Ezequiel Montiel, afectado.
Choferes del terminal municipal están cansados de vivir el “viacrucis” que significa pasar por los baches. Euromar González, conductor de la ruta Ciudad Ojeda – Maracaibo, dijo que “es difícil exponer los carros en este desastre a diario, porque se va dañando nuestro instrumento de trabajo. Tienen que arreglar esto con urgencia”.
En la avenida 103 convergen las unidades de transporte del terminal y la misma situación se presenta.
Sobre el desborde de aguas negras en esa zona, los residentes explicaron que se debe al reducido tamaño de los colectores. “La tubería es muy pequeña para aguantar todo el chorro que desemboca en las cloacas. No es suficiente y el agua busca salida, y como consecuencia nosotros tenemos que vivir todos los días con este desastre”, denunció Walter Méndez, habitante.
Cuando la llegan las lluvias, transitar por el camino se vuelve un “verdadero peligro” para los conductores, señaló Walter.
“Es que es de ver cómo se pone esto cuando llueve. ¡Es catastrófico!. Una camioneta quedó atascada, y de lado, en uno de los huecos en estos días cuando llovió. Se vuelve la calle una trampa”, señaló el hombre.
DC/P