Octubre es el mes contra el cáncer de mama. Esta enfermedad constituye uno de los riesgos de salud más graves del mundo; en México, por ejemplo, es la primera causa de muerte en mujeres entre los 30 y los 54 años de edad.
En la mayoría de los casos el problema se autodetecta pero, lamentablemente, solo el 10% de los tumores se identifica en las primeras etapas, cuando la posibilidad de que el tratamiento sea exitoso es más elevada.
Es por ello que, en los últimos años, hemos empezado a tomar conciencia de la importancia de enseñar a las niñas, desde pequeñas, a prevenir y detectar esta grave enfermedad.
Si bien en las niñas y en las adolescentes el riesgo de padecer cáncer de mama es bajísimo, nunca es demasiado pronto para empezar a enseñarles a cuidar su cuerpo. De la misma forma que la educación sexual debe comenzar lo antes posible, la educación acerca del cuidado de nuestro cuerpo también debe comenzar cuando el riesgo es bajo – de manera que no sea necesario dar información de urgencia cuando el problema ya se ha presentado.
Siempre es más fácil dar a alguien información que no se aplica a su caso específico, pues, al no sentirse amenazado, podrá asimilarla mejor.
En el caso del cáncer de mama, uno de los aspectos más importantes que debemos tomar en cuenta es cómo lograr el equilibrio entre dar información pero no generar temor. En este sentido, el objetivo primordial debe centrarse en que, si llevamos un estilo de vida sano y cumplimos con ciertos principios fundamentales, el cáncer de mama se puede prevenir, aún cuando en la familia haya predisposición para desarrollarlo.
Y el segundo punto fundamental es que, si la enfermedad se detecta a tiempo, con el tratamiento adecuado se puede lograr su remisión, lo que permite a la persona llevar una vida completamente normal.
Si tu hija te ve cuidando tus senos, es más fácil que ella cuide los suyos.
Hablar del cáncer de mama de manera cómoda y natural, permite aumentar la conciencia y despertar la curiosidad de tu hija para aprender más.
Muchas niñas crecen con la creencia equivocada que tocar su propio cuerpo es pecaminoso. El conocimiento de los senos es fundamental para prevenir el cáncer de mama; poder detectar cambios en su apariencia y estructura permite detectarlo lo suficientemente temprano como para lograr un tratamiento exitoso. Ayúdale a saber cuáles cambios son naturales y esperados por el proceso del desarrollo, para así poder diferenciarlos de aquellos que serían indicativos de una enfermedad.
Veamos algunas ideas fundamentales para la prevención del cáncer de mama:
Es claro que tu hija deberá “almacenar” muchas de estas ideas hasta el momento en que deberá aplicarlas, pero vale la pena que empiece a familiarizarse con esta información desde lo más temprano posible.
Recuerda que, más que en ningún otro aspecto de nuestra vida, en lo relacionado al cáncer, la prevención es la herramienta más importante a nuestro alcance.
BBC