La desesperada búsqueda del submarino ARA San Juan, del que nada se sabe desde hace 7 días, acercó al sur del país con Gran Bretaña a 35 años de la Guerra de Malvinas.
El miércoles por la mañana, un avión de la Real Fuerza Aérea Británica aterrizó en Comodoro Rivadavia con 16 especialistas en submarinos y equipamento de detección de alta tecnología para colaborar con la investigación.
Es la primera vez, desde la guerra por el archipiélago, que un avión real de Gran Bretaña aterriza en suelo argentino. No es el primer acercamiento entre ambas fuerzas.
El gran operativo internacional por el rescate del submarino argentino cuenta además con la ayuda del buque HMS Protector, de la Armada Británica, que operaba en las Islas Malvinas.
La situación era tan tensa, incluso, que la propia Cancillería le había negado en marzo la autorización a ese mismo buque para atracar en el puerto de Buenos Aires.
Sin embargo, la gran predisposición y cooperación entre los equipos técnicos de ambos países para encontrar con vida a los 44 tripulantes del ARA San Juan le puso fin a las distancias. De hecho, durante la jornada se vieron varias postales de cooperación entre ambos equipos para dar con la embarcación de la que nada se sabe desde el miércoles pasado.
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