La «embestida» en circunstancias mal esclarecidas de un tren regional contra un autobús escolar, en las afueras de Millas (Pirineos Orientales), no lejos de la frontera española, se cobró ayer tarde la muerte de cuatro menores de edad y veinticuatro heridos graves.
La colisión ocurrió poco después de las cuatro de la tarde, cuando el tren «chocó» con la parte trasera autobús escolar. Tras confirmar que se trataba de un «accidente muy grave» el prefecto departamental, declaró el estado de urgencia local, activando un operativo médico y policial de urgencia. Según varios testigos, el autobús habría sido «cortado en dos», con una «violencia extrema».
Las cuatro primeras víctimas tenían entre 14 y 17 años y regresaban al hogar tras la jornada escolar, en el autobús que hacía diariamente la misma ruta, entre los pueblos de Millas, Saint-Féliu-d’Amont y Saint-Féliu-d’Avall, en la Cataluña francesa
Según la SNCF (Société nationale des chemins de fer français, compañía nacional de ferrocarriles) el tren corría a una velocidad de 80 kilómetros por hora, la velocidad normal y autorizada por una vía sin problemas particulares. Ninguno de sus veinticinco pasajeros que viajaban en el tren ha sufrido daño alguno. Varios de ellos comentaron el accidente, sorprendidos, atónitos, sin comprender qué había ocurrido: «No nos enteramos de nada. Solo oímos un ruido atroz, antes de comprender la tragedia». El tráfico ferroviario regional quedó interrumpido inmediatamente.
Varios helicópteros fueron movilizados inmediatamente para transportar a los heridos a varios hospitales de la región. 70 bomberos, 10 vehículos especializados, y varias ambulancias se pusieron en acción con extrema rapidez. La prefectura de Perpignan ha habilitado un centro de acogida de urgencia para los familiares de las víctimas.
Según la SNCF, la «embestida», el choque, ha ocurrido a la altura de un paso a nivel, que no figuraba como «peligroso» para nadie y estaba equipado «correctamente».
Jehanne Collard, abogada especializada en accidentes de carretera, declaró ayer noche al diario Le Figaro: «Lo primero es pensar en las familias. Luego… debo manifestar mi consternación, ante la multiplicación de accidentes ferroviarios a la altura de pasos a nivel. Ya se habían producido accidentes más o menos semejantes, menos graves, en otras regiones. En nombre de todas las víctimas, pido al Estado que reacciones con fuerza ante la compañía nacional de ferrocarriles».
Édouard Philippe, primer ministro, Edisabeth Borne, ministra de transportes, y Guillaume Pepy, director general de la SNCF, decidieron personarse inmediatamente en el lugar de la tragedia, con el fin de seguir personalmente los primeros trabajos de socorro e investigación.
Emmanuel Macron, presidente de la República, reaccionó con mucha rapidez, a través de su cuenta personal, en Twitter, con este mensaje: «Todos mis pensamientos van hacia las víctimas del terrible accidente del autobús escolar. Y para sus familias. El movilización del Estado es total para hacerles llegar ayuda y socorro»:
Por su parte, el primer ministro francés Edouard Philippe, la ministra de Transportes gala Elisabeth Borne se están ya desplazando a la zona del accidente. En su cuenta de Twitter, la ministra ha expresado su «emoción» por lo sucedido:
Por su parte el titular de Educación Jean-Michel Blanquer ha calificado, en la misma red social, lo sucedido como «espantoso» y ha añadido que todos los recursos han sido movilizados para atender a los heridos:
DC | ABC